En voz alta y a plena luz del día
Tras mi participación en un programa de opinión, mis manifestaciones fueron sacadas de contexto y se me señala de sugerir irrespetar nuestro Estado de Derecho, ante ello es imperativo aclarar mi posición. Reafirmo, como Ministra del MIDEPLAN y ciudadana, mi compromiso absoluto con el Estado de Derecho.
Es incuestionable que las instituciones públicas deben estar al servicio del pueblo, que el Estado de Derecho es esencial para nuestra convivencia democrática y que el Estado no debe ni puede transgredir los límites legales establecidos. Sin embargo, es esencial comprender que el Estado y sus instituciones no son fines en sí mismos. Y que decirlo, como Ministra rectora de la modernización del Estado, en voz alta y a plena luz del día, lejos de socavar nuestro Estado de Derecho, busca su fortalecimiento.
Nuestra democracia misma, se fortalece en la medida en que logremos emprender reformas en los marcos legales que regulan la acción de las instituciones públicas, de forma tal que no exista distancia entre lo que generan las instituciones y lo que los costarricenses requieren, exigen, financian y a lo cual tenemos derecho.
Las leyes que regulan el funcionamiento institucional deben ser evaluadas y ajustadas permanentemente, velando porque se coloque al ciudadano como el centro de la gestión pública. Decir esto como Ministra, en voz alta y a plena luz del día, no busca debilitar nuestro Estado de Derecho. Lo digo en total comprensión de que las instituciones y tomadores de decisión podemos hacer solo cuanto la ley nos manda, y que por ello resulta imperativo en la lucha por la mejora continua del sector público, velar porque las normativas estén actualizadas y en capacidad de atender los problemas que enfrenta hoy nuestra sociedad.
Nuestra Constitución Política señala que el Estado debe procurar el mayor bienestar para la mayor cantidad de habitantes. Apuntar con el dedo acusador a quienes añoramos un modelo institucional más eficiente y adaptado a los tiempos, que le corresponda al costarricense de manera recíproca con el esfuerzo que hace por financiar el aparato público institucional entregándole bienes y servicios de alta calidad, es parte de lo que nos ha llevado a no mirar con entusiasmo y como oportunidad la reforma del Estado, sino a restarle valor.
Las reformas propuestas por esta Administración apuntan a que las instituciones le respondan mejor al ciudadano, de forma tal que se restaure la confianza y el respeto en nuestras instituciones. Insistiré en ello en voz alta y a plena luz del día cuantas veces sea necesario.
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