Equidad, ética y una atinada decisión

Hoy es inadmisible que los costarricenses cierren los ojos, los oídos y borren de la memoria las atrocidades cometidas, por algunos políticos y altos funcionarios de la administración pública, contra las finanzas, el Estado de Derecho y sin importarles el bienestar de miles de compatriotas, sumidos en la pobreza y falta de oportunidades.

Bajo el estandarte de la equidad, ética y la justicia social, provocaron el caos económico, el descalabro social y cuidado sino hasta la desestabilización de la democracia. En estas próximas elecciones, hay no uno, más bien varios postulantes, lobos vestidos con piel de oveja, que buscaran la forma de engañar, con la falsa equidad, ética y justicia social.  

Esos lobos encubiertos, en el fondo se cobijan con la misma bandera y siguen las mismas ideologías extranjeras, que van en contraposición de la idiosincrasia del costarricense, fingirán ser aguerridos adversarios para confundir al electorado pero no hay que dejarse engañar, cada ciudadano tiene que vigilar celosamente este proceso electoral.

Señor presidente don Carlos Alvarado Quesada, usted también levantó el estandarte, de la equidad y ética, esta responsabilidad debe ser su prioridad. Defender la democracia, el Estado de Derecho, e idiosincrasia del costarricense debería ser la práctica que caracterice el cierre de su gestión gubernamental.

Señor Presidente, Costa Rica merece respeto por los valores que forjaron ésta Nación, el pueblo lo eligió para que ejerza como presidente, es delicado asumir un papel de omnipotente, poseedor de la verdad absoluta y no escuchar el clamor de un pueblo que merece honestidad y cordura.

Señor Carlos Alvarado Quesada, en su mandato existen muchas dudas, cuestionamientos, he inconformidades, que soluciones integrales; con respecto al acuerdo con el FMI, este es inconveniente pues existe el riesgo que esos dineros desaparezcan. Primero, reactive la producción nacional, para que haya trabajo digno para los miles que hoy están desempleados; también reduzca el gasto superfluo, acabe con las concesiones abusivas.

La crisis de Costa Rica es la sumatoria de décadas de decisiones malas y a destiempo. No es justo generalizar que todos los empleados públicos sean ineficientes, como no es justo afirmar que sólo el empleado de la empresa privada produce progreso, hoy más que nunca la unión de ambos sectores es necesaria.

Sanear la administración pública, impulsar el emprendimiento privado como generación de empleo, fortalecer y actualizar la educación de la juventud en todas las esferas sociales, con verdaderos valores como la honestidad, la enseñanza integral de un segundo idioma, tecnología y una ruta de reactivación económica.

Costarricense usted tiene la oportunidad de cambiar el destino de Costa Rica, con un voto analizado, atinado e inteligente, no se deje engañar, por favor ate cabos y ejerza un voto con responsabuludad por la Costa Rica que todos anhelamos y no queremos perder.