Esperanza y Paz para el año nuevo 2025

Este nuevo año, llega como un susurro de promesa, como un suspiro profundo que, en medio de la agitación, nos invita a redescubrir lo esencial, a regresar al centro de lo que somos. Que el 2025 nos inspire a reconocer, hacia nuestras raíces, y que en cada palpitación, en cada mirada, en cada respiro, encontremos los valores que nos unen como costarricenses: el amor, la comprensión, la tolerancia y la paz.

En tiempos donde la sombra de la incertidumbre parece alargarse, el año nuevo nos recuerda la vieja verdad de que siempre, siempre hay un nuevo comienzo. Nos brinda la oportunidad de encender, en medio de cualquier tempestad, esa luz que llamamos esperanza.

La paz, la solidaridad y la comprensión no son ilusiones lejanas, no son sueños que se desvanecen al alba. Son verdades tangibles, construcciones de cada día, de cada palabra, de cada acción. Cada gesto de bondad es una semilla, cada acto de respeto, un puente, y cada palabra de aliento, un brote nuevo de paz.

Comenzamos en el hogar, en la comunidad, en los espacios cotidianos donde el mundo toma forma. Extendamos esa energía como un río que avanza, y que lleva consigo el bienestar de quienes entienden que somos todos parte de un mismo todo, que nuestras acciones no terminan en nosotros, sino que trascienden, resuenan, se esparcen como ondas en el agua, mucho más allá de lo inmediato.

La paz no es  palabra en el discurso, no es una bandera ondeando en el viento. La paz es el paso consciente, es cada mirada empática, cada intento sincero de superar nuestras diferencias. Hoy, más que nunca, debemos darnos cuenta de que la verdadera fortaleza está en el entendimiento, en la capacidad de ver en el otro un reflejo de lo que somos. Al ser amables, justos y generosos en cada encuentro, estamos forjando un legado de amor y respeto, un regalo para aquellos que vendrán después de nosotros.

Que este 2025 sea recordado como el año en que Costa Rica, unida y firme en sus convicciones, eligió poner el bien común por encima de cualquier división. Que sea el año en que nuestras acciones, reflejan el propósito de vivir en armonía, no solo entre nosotros, sino también con la naturaleza, esa que nos rodea y nos sostiene, recordándonos que en su equilibrio está también nuestra paz.

Que la inspiración divina toque nuestras almas, renovando nuestro propósito de construir un mundo donde cada ser humano, cada criatura, cada piedra y cada río encuentren su lugar en equilibrio. Recibamos este año con la certeza de que, juntos, con fe, con esperanza y con amor, podemos hacer de este mundo un lugar de paz y de verdadero bienestar para todos.

Que el 2025 nos colme de fortaleza, de inspiración y de esa unión que nos permite avanzar hacia el mundo de paz que tanto anhelamos.

Feliz Año Nuevo, Costa Rica.