¿Estamos en poder de los narcotraficantes?

Lamentablemente, desde hace ya mucho tiempo, estamos inmersos en una guerra no declarada; narcotraficantes para disputarse zonas recurren al sicariato y matan personas como si fueran chapulines e inventan cuanto sea posible para huir de la justicia.

Los distintos cuerpos policiales y el mismo Organismo de Investigación Judicial -OIJ-, evidentemente, no tienen suficiente presupuesto para aumentar personal y contar con el equipamiento necesario para dar una lucha eficaz contra este mal que gravemente atenta contra nuestra paz social.

¿Seguiremos en poder narcotraficantes y sicarios, cuyas acciones van en aumento; como igual pasa con los drogadictos? Este es un mal muy difícil de combatir. El orden y la paz no sobrevendrán tan fácilmente. Al Poder Ejecutivo le corresponde semejante tarea y a los otros dos poderes de la República coadyuvar en esta estratégica tarea.

La ex presidente de la República, Laura Chinchilla, le sugiere al Poder Ejecutivo 5 propuestas, dignas de analizar, enumeradas en La Nación, del pasado domingo 22 de enero. Deseamos un futuro lleno de paz, confianza y seguridad. Tenemos derecho a vivir sin violencia, en libertad y democracia; esto ha sido una característica del ser costarricense común. Quien no la promueve no es un buen habitante.

El mundo está cada vez más necesitado de entrega, solidaridad, paz y armonía. O sea, requerimos ser más humanos. Esto lo demandamos más que nunca; a su vez, tener para todos afecto espiritual. Recordemos también algo que hemos olvidado, pues tendremos que rendir cuenta de ‘lo bueno y lo malo hecho en esta vida’.

Recordemos que tenemos derecho, como ya se ha dicho, de vivir en paz, en libertad, a tener un trabajo digno y a tener una democracia efectiva. Asimismo debemos preguntarnos ¿Habrá alguna solución a cuanto se ha dicho?

Esperemos que sí y que los narco-consumidores piensen en la responsabilidad del ejemplo y estímulo que con su actuar le dan a las jóvenes generaciones. Los padres deben revisar sus relaciones con sus hijos y estar muy atentos a lo que ellos hacen. Y en qué ocupan su tiempo. El Creador acogerá sus ruegos por sus hijos.

También esperemos que el Ministerio de Seguridad Pública intensifique su protección en todo el país. Como se había dicho, queremos vivir en libertad personal responsable, paz y democracia, para esto todos debemos ser parte de la solución.

Demandamos vivir como personas no rodeadas de narcotraficantes y sin temor a salir de nuestros hogares. No se trata de una simple aspiración, sino de una exigencia personal.