Faltando tres meses para la elección
Estamos ya en plena campaña política, por lo que deseo recordar que la Patria se construye todos los días. Que esta construcción es una labor colectiva realizada por cada costarricense junto a su familia, junto a sus grupos de pertenencia.
Todos construimos, pero también todos podemos destruir. Una palabra, un infundio, una descalificación, el desarrollo de un tema que obnubile los sentimientos, que desvíe la atención de una discusión seria y trascendente destruye el esfuerzo de la comunidad por erigir un futuro mejor, más serio, más cabal, más justo.
La construcción de la Patria se basa en la educación y todos somos maestros. Somos maestros al dialogar y exponer nuestros argumentos o somos maestros y mal educamos al descalificar, al usar armas innobles para destruir a un mensajero.
No hay sustituto para la libertad de palabra y la libertad de emisión del pensamiento. La libertad de prensa y de credo son trascendentes para nuestra democracia y para los costarricenses, pero deben de ser bien aprovechadas en la construcción y no desperdiciadas cuando es la ocasión de construir.
En la medida en que los temas y los asuntos serios y trascendentes sean sustituidos por las liviandades destruimos. No tenemos mucho tiempo para erigir soluciones justas y una ruta adecuada para Costa Rica.
Pensemos en los asuntos que nos afligen, en las soluciones que ameritan y en las destrezas de las personas que pueden y deben de resolverlos. Ignorar argumentos y diagnósticos no enriquece. Divertirnos gastando el tiempo precioso en descalificaciones es abiertamente nocivo. ¿Construiremos una Costa Rica mejor y más justa usando nuestros escasos tiempo y recursos en cosas livianas?
¿Es justo para el país asesinar caracteres para que su mensaje no trascienda? ¿Podemos los costarricenses ignorar problemas, soluciones y destrezas en estos momentos? ¿Cómo podemos escoger a los idóneos si no los hemos escuchado y también ignoramos sus respectivas soluciones si no las hemos siquiera escuchado?
La Patria requiere de unidad y requiere de un propósito unificador para enfrentar los grandes retos y dominar la crisis que vive Costa Rica. Una casa dividida sucumbe. Los futuros gobernantes requerirán de sus opositores para mejor gobernar.
La elección que estamos por hacer el primer domingo de febrero de 2022 trata de enfrentar problemas y resolverlos. La elección no trata de escarnecer personas. Resolver problemas implica conocerlos. Conocer los problemas nos lleva a construir sus soluciones. Conocer las soluciones expuestas por cada quien nos conduce a percibir las destrezas y capacidades para escoger a unos y descartar a otros.
La campaña electoral debe de ser una clase magistral en democracia, unidad y positivismo.
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