¡Feliz Año 2025!

Cerramos el capítulo del año 2024 con sus desafíos y aprendizajes, alegrías y momentos de reflexión. Fue un tiempo en el que enfrentamos dificultades como país. Es momento de mirar atrás con gratitud, reconociendo lo bueno que hemos construido juntos y las lecciones que nos impulsan a ser mejores.

Costa Rica, con su historia de democracia, paz y solidaridad, tiene mucho de qué sentirse orgullosa. Durante el año 2024, vivimos ejemplos de unidad ante los retos, de comunidades que se levantaron tras desastres naturales, de personas que apostaron por construir en vez de dividir… por citar algunos ejemplos. Estos son los valores que debemos llevar con nosotros para el año 2025.

El inicio de un nuevo año siempre es una oportunidad para renovar esperanzas. Es un llamado a replantear nuestras metas, a construir sobre lo que hemos logrado y a comprometernos con los retos que aún tenemos por delante. En este 2025, Costa Rica necesita volver a sus raíces, a esos valores que nos identifican como un pueblo solidario, honesto y trabajador.

Poner en práctica estos valores no es un acto simbólico, sino una acción concreta. Es recordar que el bienestar de nuestra nación depende de cada uno de nosotros en nuestros hogares, comunidades y trabajos… Si cada uno aportara su grano de arena, los cambios positivos no se harán esperar.

El año 2025 llega con retos importantes, pero también con la posibilidad de enfrentarlos con creatividad y optimismo. Debemos insistir en que se debe priorizar la educación, en fortalecer nuestra economía y de promover la igualdad de oportunidades para todos. ¡Hay que volver a unir a la familia costarricense!

Pensar en los valores no significa mirar al pasado, sino encontrar en ellos la inspiración y el camino para construir un futuro más pleno y justo. Honestidad, responsabilidad, solidaridad y amor deberían ser los pilares de nuestra vida diaria.

Como nación, necesitamos volver a lo esencial, a nuestra fe, a nuestra familia y a nuestras raíces culturales. Y hacerlo con la humildad de reconocer que solos no podemos. Pongamos este 2025 en manos de Dios, confiando en que, con su ayuda, lograremos superar cualquier obstáculo y alcanzar nuevos horizontes.

Deseemos para Costa Rica lo mejor: un país más unido, más fuerte, más lleno de esperanza. Construyamos un 2025 en el cual las divisiones queden atrás y el que se produzcan las soluciones como fruto del esfuerzo compartido.

Por todo lo que dejamos atrás y lo que viene en adelante, recibamos este 2025 con verdadera esperanza y ánimo renovado. Que sea un año colmado de bendiciones, oportunidades y aprendizajes para todos. Trabajemos en este nuevo año juntos, en unidad y esperanza.

¡Feliz Año Nuevo, Costa Rica!