¿Hacia dónde vamos?
Según el Estado de la Nación, publicado hace unos pocos días atrás, solo el diez por ciento de la población está bien; así como, las empresas exportadoras especialmente las que están en zonas francas pero un sector importante de la población está en estado de pobreza, subsistiendo a duras penas.
Hace más de treinta años, Costa Rica se estancó en el desarrollo social y, actualmente, el país se encuentra en medio de una crisis política sin precedentes desde los años cuarenta del siglo pasado. El Presidente de la República públicamente hizo renuncia tácita a la aplicación de una política de seguridad del Ejecutivo acorde a las gravísimas realidades de inseguridad que a traviesa el país, producto de los enfrentamientos entre grupos delincuenciales y organizaciones criminales, en procura de controlar territorios para sus ilícitos. Además, con su decir el mandatario le notificó al narco y asesinos que prácticamente quedan por la libre,
Tales manifestaciones presidenciales están en abierta contraposición a sus competencias constitucionales y se expone a consecuencias legales, según lo dicho por diferentes constitucionalistas y hasta por el Presidente de la misma Asamblea Legislativa.
Con una clase media empobrecida y despolitizada, pensando solo en el viernes negro, el aguinaldo y los tamales, sin partidos políticos visionarios y propositivos, sin líderes nacionales visionarios y patrióticos, con la producción prácticamente quebrada; arroceros y paperos en la ruina; con crisis de educación, en la Caja Costarricense de Seguro Social, de infraestructura vial y de los centros educativos y obviamente de seguridad,
La inflación registrada en este octubre, tuvo un acumulado durante los 10 primeros meses del año del -1,55 % y el interanual en -1,28 %. No obstante los datos relativos anteriores, el nivel de bienestar de los hogares costarricenses, en especial aquellos de menores ingresos, lejos de mejorar se ha deteriorado. El INEC detalló: «De los 289 bienes y servicios que integran el índice, 44 % aumentó de precio, el 38 % bajó de precio y el 18 % no presentó variación.”.
El Presidente debe tener la necesaria humildad para rectificar su decir y asumir su responsabilidad de acuerdo a sus obligaciones constitucionales; caso contrario, es predecible que irremediablemente nos conduciría al abismo.
Es importante que los estudiantes, sindicatos democráticos, cámaras empresariales, cooperativas, asociaciones solidaristas y de desarrollo, académicos, profesionales liberales, amas de casa, productores, en fin la población entera tome la debida conciencia de la grave situación que se vive y exija, presione a quienes fueron electos con sus votos a cumplir a cabalidad con sus competencias constitucionales; haciendo así valer sus derechos ciudadanos; de lo contrario, me temo que el país irremediablemente se nos irá por el despeñadero.
Los comentarios están cerrados.