¡Hasta siempre, doctor Guido Miranda!
Durante muchas tardes de viernes, grabé largas entrevistas con el doctor Guido Miranda en su casa, en La Uruca.
Es, sin duda, el más influyente funcionario que ha tenido la Caja Costarricense del Seguro Social en su historia.
Durante ocho años fue gerente de la institución y durante otros ocho años fue presidente ejecutivo.
Fue un intelectual en políticas de la salud reconocido y apoyado por tres grandes estadistas de nuestro país, los expresidentes Don José Figueres Ferrer, Don Daniel Oduber Quirós y Don Luis Alberto Monge Álvarez.
También fue el gran artífice de que se concretara en la realidad lo que anheló el corazón y lo que concibió a partir de su preparación universitaria y su visión social el doctor Rafael Ángel Calderón Guardia.
El doctor Guido Miranda fue el gran peón, el gran artífice, el gran arquitecto de lo que soñaron juntos el doctor Rafael Ángel Calderón Guardia, Monseñor Víctor Manuel Sanabria Martínez y Don Manuel Mora Valverde.
Estos tres grandes líderes estuvieron al frente de la más importante transformación social de la historia de Costa Rica.
La Caja Costarricense del Seguro Social se vio beneficiada por la rara, hermosa, particular y especial combinación de elementos que confluyeron en la vida y en la obra del doctor Guido Miranda: sensibilidad social, formación académica, pasión por la ciencia, perseverancia y carácter.
El libro apareció gracias al apoyo del doctor Edwin Solano Alfaro, presidente de la Unión Médica Nacional. Yo mismo monté las cajas de libros en mi vehículo y llevé los ejemplares a la casa de don Guido Miranda.
Cuando aparece un libro mío sobre un personaje histórico, trato de ser yo mismo quien entrega a esa persona una buena cantidad de ejemplares. Es una ceremonia especial para mí.
Lo que me sorprendió en este caso es que después el mismísimo don Guido Miranda, con nueve décadas encima, se encargara de distribuir los libros en su vehículo.
El libro apareció siendo presidente de la República don Luis Guillermo Solís, y fue él mismo quien me contó que don Guido le llevó un ejemplar a Casa Presidencial. Gracias a este gesto de don Guido, me sentí orgullosísimo del trabajo que hicimos juntos y me sentí muy feliz de encontrar que el libro produjo satisfacción también en don Guido.
Sólo en el cielo puede estar un hombre que hizo tanto bien en su vida.
Descanse en paz el doctor Guido Miranda, intachable funcionario público de nuestro país.
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