IMAS conmemoró 50 años de un pacto de inclusión social
Con mucho entusiasmo, el Instituto Mixto de Ayuda Social, celebró cinco décadas de honrar la promesa constitucional de garantizar el mayor nivel de bienestar posible a la ciudadanía. Gracias a la ley N° 4760 de 1971, la población en situación de pobreza y pobreza extrema ha accedido a mucho más que asistencia o protección social, pues se delineó desde entonces, un puente de apoyo y una ruta hacia el desarrollo humano.
La pobreza es un fenómeno de múltiples causas y manifestaciones, que va más allá de los ingresos o las posesiones. Es el incumplimiento sistemático -entre otros- del derecho a la alimentación, vestido, al techo digno, a la salud integral, a la educación, a los cuidados, y al empleo decente, en síntesis, es vulnerar la dignidad humana por la indiferencia ante la afectación de esos derechos fundamentales.
No hay democracia efectiva ni desarrollo en medio del hambre y la exclusión. Por eso instituciones como el IMAS, son parte de nuestro sistema democrático y humanista. En esa lógica, hoy, no es casualidad que “poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo” sea el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 1 y al cual por encima de los retos ampliados de la pandemia, Costa Rica no debe renunciar no
A lo largo de estos 50 años, el trabajo por la igualdad de oportunidades y por avanzar, solidariamente, hacia la movilidad social ascendente siguen incólumes en la labor diaria de las personas funcionarias del IMAS. Su convicción en el poder de las capacidades de cada ser humano y una mística que trasciende la afectación de la pandemia, el abandono, la exclusión y la desigualdad se suman al esfuerzo propio de las familias, para mudar miles de historias personales y familiares en procesos de inclusión social y desarrollo humano.
Conmemorar la ceración del IMAS es revalorar la ruta de cuidado mutuo que nos traído hasta la Costa Rica del Bicentenario. Es agradecer a las personas visionarias que lo crearon, y al sector privado que lo financia como parte de nuestro pacto social, es reconocer a las 13 administraciones y miles de personas funcionarias lo fortalecieron para hacer de lucha contra la pobreza más que una política pública sino un objetivo de Estado.
En el 50 aniversario renovamos el compromiso y seguimos las huellas de quienes nos heredaron esta institución, como instrumento para la igualdad, la justicia y la inclusión social, bajo el mandato de erradicar la pobreza y promover las capacidades en las familias, para que ellas mismas puedan fraguar su futuro y ser protagonistas del desarrollo nacional.
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