Independencia, soberanía y valores

Hace algunas semanas, una relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, tras una visita a Costa Rica, pidió despenalizar el aborto y realizó algunas críticas a la moralidad pública y los principios religiosos que se viven en nuestra nación.

Al celebrar un año más de vida independiente, es un buen momento para prestar atención a lo que hemos hablado en muchas ocasiones: corrientes e ideologías del exterior pretenden penetrar o han penetrado ya en nuestra sociedad, desfigurando los valores fundantes de nuestra Patria.

Corresponde una gran responsabilidad, a aquellos que nos gobiernan, prestar atención y decidir sobre la forma en que debe conducirse nuestra nación para bien de nuestros habitantes y no ceder ante presiones externas que quieren modelar un estilo de vida contrario a lo que dice nuestra Constitución y en perjuicio de las personas más débiles, como son los no nacidos.

Varias naciones cercanas, lamentablemente, han tomado decisiones que atentan contra la vida, en particular de esos seres que están en el vientre de una madre. No conformes con la decisión que es propia de cada país, se mueve toda una maquinaria que busca calcar e imponer este tipo de políticas en las demás naciones.

Lejos de fortalecer políticas para el desarrollo de la familia, célula fundamental de la sociedad, hay decisiones en detrimento de esta, en función de debilitarla y destruirla… es la humanidad la que pierde.

Costa Rica se ha caracterizado por defender la vida, por promover la paz, por evitar el armamentismo y por apoyar la educación, por citar algunas de las decisiones que echaron raíz en nuestra Patria y la convirtieron en un modelo para el mundo.

Al celebrar 202 años de vida independiente, garanticemos y luchemos, como muchas veces lo hicieron nuestros antepasados, por la forma en que queremos vivir, esto es, para que sigamos defendiendo la vida y sigamos siendo una nación creyente, confiada a Dios, en la que se enarbolan los valores más altos para dignificar a la persona humana y buscar el desarrollo de un Estado Social de Derecho.

Corresponde defender nuestra soberanía, manifestar los valores en los que creemos, defender la Constitución, pero ante todo cuidar de la vida desde la concepción hasta su muerte natural, pues sabemos también que hay corrientes e ideologías que desean descartar al adulto mayor, o al que está enfermo, o al que no cumple ciertos roles planeados para conjuntar un solo tipo de sociedad en el mundo.

¡Dios nos ayude y la Patria nos reclame si no cuidamos de nuestra nación!