Joven humilada públicamente
Hemos sido testigos a través de redes sociales de un triste momento donde un muchacho adolescente agrede a una jovencita en un bus escolar.
La empujó, se le sentó encima, la tiró y escupió. Mientras ella reiteradas veces decia “ya”, “pare”.
Su risa nerviosa y gesto de angustia claramente indicaba que esa conducta no la quería.
Sin embargo, la gente alrededor no fue capaz de sentir compasión. Grabaron sin llamar a las autoridades, indiferentes al dolor.
Se dio una indefención total para esta niña, quien llevará de por vida la humillación individual y social.
Reparar su auto estima, la vergüenza, el miedo y la desconfianza será un largo proceso.
¿Y por qué pasan estas cosas? Una de las razones actuales es la violencia creciente en todo el mundo. Priman valores materiales, poder y muerte, desde lo político, hasta lo educativo.
Dichos valores son alimentados muchas veces por la industria del entretenimiento. Vemos series y películas donde la violencia es lo que vende. Lo mismo con video juegos. Este tipo de temas e imágenes quedan en el inconscienten de los niños desde temprana edad. En lugar de socializar frente a frente a través del juego espontáneo.
La realidad es que la familia viene fallando, en los años donde la formación en valores, como el respeto hacia otras personas; ya que dejan a los niños y adolescentes inmersos en las pantallas, dejándo de lado la comunicación y convivencia sana, por la cual se transmiten valores en la vida práctica.
También influyen muchas de las letras de algunas canciones que degradan a la mujer. Dejándo en los jóvenes varones permiso tácito para hummillar y degradar a la mujer a nivel sexual y por su género, en retreceso de los derechos de la mujer. Tal y como pasó en esta niña del bus.
Es necesario volver a la paz. Iniciando en la familia. Los adultos deben profesar con el ejemplo conductas de respeto y sana convivencia.
Los comentarios están cerrados.