La batalla contra la violencia es hoy, ahora y se inicia desde las familias
Poco temas tenemos tan importantes en Costa Rica como el combate de la violencia. Para recuperar la paz social en Costa Rica, necesitamos forjar el entendimiento entre ciudadanos y las diferentes altas autoridades del Estado. Es el saber atender y comprender las ideas del otro y no insultarlo y menos con violencia solo porque piensa distinto. Necesitamos lograr el entendimiento entre las personas, las familias y entre las comunidades,
Para vencer la violencia necesitamos también el urgente trabajo de los docentes, de los maestros y profesores, que están en los cuatro mil quinientos centro educativos del país. Cada docente debe ser promotor de la importancia que tiene la célula familiar para la sociedad. La paz de Costa Rica depende de esta instrucción, de esta formación sólida en favor de la familia.
Estamos en un punto crucial. O defendemos la institución familiar o podemos tener una catástrofe. La razón fundamental es que, la honestidad, el trabajo conjunto y el esfuerzo por Costa Rica dependen fundamentalmente de los valores y los principios, que se enseñan en los hogares y en los centros educativos.
No podemos perder la fuerza de la familia y ni la importancia del apoyo del sistema educativo para su solidez como unidad primaria de la sociedad.. La educación es la suma del esfuerzo de los padres de familia y de los docentes, juntos pueden volver a construir una Costa Rica sólida y segura.
De nuevo hemos de regresar a enseñar el significado y el valor social de la familia, el principio fundamental de su existencia y de cómo cada familia, puede convertirse en un elemento fundamental para la gestación de la nueva Costa Rica, que necesita de sólidos valores, trabajo conjunto y rescatarla como centro fundamental de la sociedad. Se dice que la suma del trabajo del docente, del maestro unido al de la familia, produce una gran multiplicación de beneficios educativos y para la convivencia social.
Muchas naciones están trabajando hoy en día en un esfuerzo nuevo en pro de fortalecer a las familias, que es aprovechar el trabajo conjunto con las municipalidades. Estas también pueden coadyuvar para mejorar en sus municipios el ambiente familiar, el ambiente social y cuidar que los centros educativos aprovechen el valor de la familia, como un elemento fundamental de la educación, de cada barrio, de cada distrito o de cada cantón.
El aporte municipal, el de la familia, y del maestro también pueden generar ese inmenso cambio que necesita Costa Rica hoy, para promover la consolidación de familias sólidas y permanentes, para que velen por el futuro del país.
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