La CCSS abraza diariamente a miles de personas

La Caja Costarricense de Seguro Social probablemente sea una de las instituciones más robustas de Costa Rica y posiblemente es por su solidez que ha sobrevivido a todo tipo de vaivenes, presiones políticas y económicas que, a través de los tiempos, que la han querido minar.

A lo largo de sus casi 82 años de existencia, la institución ha dado sus evidentes frutos, los que fueron capaces de modificar muy positivamente distintos indicadores orgullo nacional: La esperanza de vida, la mortalidad infantil, la mortalidad materna.

Es inadmisible, echar tanto lodo, escombros y desechos, como algunos lo hacen, hacia una institución que ha contribuido tantísimo a la paz social de Costa Rica, ha prodigado grandes avances en materia de salud y que abraza a miles de costarricenses desde su nacimiento hasta su última exhalación. 

Esta institución a pesar de su complejidad y sus problemas permanentes, ha sabido enfrentar las vicisitudes por las que ha atravesado desde su creación, en noviembre de 1941.

El lodo lanzado por algunas autoridades transitorias; no puede borrar hechos irrefutables: según datos aportados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), de los 53.435 niños que nacieron en Costa Rica en el 2022, el 91.5% lo hicieron en hospitales y clínicas de la Caja.

Tampoco se puede echar por la borda el trabajo que realizan cientos de trabajadores institucionales para tener coberturas de vacunación superiores al 90%. 
Sería mezquino no mencionar los tamizajes neonatales que se realizan para procurar más salud y menos enfermedad a los recién nacidos.

 Cada día el Seguro Social enfrenta, desde diferentes flancos las enfermedades crónicas.  Dotando de medicamentos a la población diabética, la institución realizó, en el 2022, una erogación que ascendió a los 5.725 millones de colones. Este esfuerzo es el que permite observar a miles de personas diariamente retirando los fármacos contra la hipertensión, el asma, la diabetes, la hipercolesterolemia, el VIH/sida, la esclerosis múltiple, las cardiopatías y tantos más…

Una institución sin datos, sin informes financieros y despilfarrando la plata, muy difícilmente, podría hacer tanto para tantas personas que habitan este país. 

No sabemos de dónde procede la información revelada por la cabeza actual de la institución, pero la Caja es posiblemente la entidad más escrutada de Costa Rica y no se vale que se hable de ella sin medir las consecuencias que lo dicho puede acarrear.

Como toda institución requiere que quienes transitoriamente estén al frente la conozcan, para irla adaptando a los desafíos que entrañan el envejecimiento, los cambios demográficos, el incremento de las enfermedades crónicas y degenerativas.

En la actual coyuntura, el Seguro Social necesita estrategias que le garanticen su sostenibilidad, discusiones técnicas, libres de politiquería, desprovistas de intereses económicos y líneas meramente discursivas, requiere decisiones, acciones firmes, contundentes, no lodo ni más de lo mismo.

La mesa está servida, faltan acciones, trabajo para mantener y mejorar lo que a lo largo de tantos años se ha construido.