La democracia nos invita a votar
Nuestra democracia nos invita a salir a votar mañana 6 de febrero, pese a sus deficiencias, es la tercera mejor del mundo. Así la declaró el barómetro político latinoamericano en octubre del año 2021, según anuncio televisivo de CNN. Nuestra democracia fue precedida por Uruguay y Chile, respectivamente. Si bien esta noticia nos llena de orgullo es también digna de expandirse a otros países.
El mañana 6 de febrero será la expresión de la importancia que tiene cuidar de las cosas pequeñas, ya sea en la vida familiar o social, y también en todas las acciones de la existencia. Si el 6 de febrero fuera una persona, saldríamos corriendo a darle un cariñoso abrazo de bienvenida y nos pediría votar por la democracia, que es votar por la libertad y la paz.
En conclusión, la democracia nos invita a sufragar, conforme lo establece el artículo 93 de la Constitución Política. Expresa: “El sufragio es función cívica primordial y obligatoria y se ejerce en las Juntas Electorales en votación directa y secreta, por los ciudadanos inscritos en el Registro Civil.”
Ese es un deber que solamente por cuestiones graves de salud, puede omitirse. En otras palabras, el sistema democrático demanda, lo mismo que la libertad personal responsable, mantener el régimen democrático mediante el sufragio. Esta realidad cívica es parte esencial de nuestra nacionalidad. O sea, que si desde 1821, la Independencia nos guía, no es posible escapar de este deber, si nos gusta vivir en libertad y paz.
Nadie busque excusa u oportunidad para omitir el deber constitucional de votar. Abstenerse de hacerlo, este domingo 6 de febrero, impidiría que nuestra democracia sea realmente efectiva pues para que esta lo sea, es imprescindible una amplia, responsable y comprometida participación del electorado mañana domingo y cada vez que el Tribunal Supremo de Elecciones nos convoque a participar en cualquier proceso eleccionario.
No perdamos mañana la oportunidad de reforzar nuestra democracia con nuestra debida participación cívica; por lo tanto, digámosle sí a nuestro sistema democrático, a Costa Rica. Además ejerciendo mayoritaria y responsablemente el derecho al voto, nos aseguramos así que no sean unos pocos quienes escojan a nuestras altas autoridades ejecutivas y legislativas para el próximo cutrienio.
Votemos a conciencia por aquellos que despues de un análisis integral, visionario y desapasionado de las diferentes opciones, nos identifiquemos con una de ellas.
Dios nos ilumine para que sepamos discernir, y votemos por aquellos que llegaran a los puestos de elección popular para trabajar en favor de los menos favorecidos de la sociedad, mejorar el bienestar de todos los costarricenses y por sacar a Costa Rica de la actual y compleja crisis económica y social que atraviesa.
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