La elegancia es el idioma del respeto
La elegancia al comunicarnos está en el buen tono, en las palabras que usamos, su claridad y sin ulteriores malas intenciones. El cuidado de lo que se dice al hablar, en el uso correcto de las palabras. Todo esto es necesario, para tener una comunicación eficaz y no caer en continuos y estériles enfrentamientos.
El tono de voz, las simples palabras como, por favor, o perdón, con permiso y gracias, permiten abrir un espacio de cordialidad y hasta de amistad. La corrección en el trato con los otros, permite que amabilidad fluya en nuestro vida.
El buen trato humano, poner atención a lo que se nos dice, regular el tono de voz, cuando le hablamos a otros; forma parte de la vida diaria y de la corrección cuando nos relacionamos con las personas.
No basta con hacer las cosas, que se nos piden de manera inmediata. Se requiere pensar, meditar y a veces repensarlas, antes de que las ejecutemos. Siempre tenemos que verificar lo que escuchamos para dar pasos seguros y correctos.
En fin, los pequeños detalles de la vida, son muy importantes. A veces, tienen que ver con el conocimiento de las personas, el interés que les ponemos, cuando nos hablan. Todo hgdfsesto forma parte del respeto en la convivencia cotidiana, sea ciudadana, laboral, estudiantil u hogareña. Todo esto es necesario en aspectos del buen trato en la sociedad.
Las buenas costumbres están con el respeto con que nos relacionamos con nuestros compañeros de trabajo, con los vecinos, amigos y familiares. tienen que reflejar buen trato que expresamos de manera especial, al tratar a las personas que conviven con nosotros. No se trata de hacer cosas raras, sino organizar adecuada y respetuosamente el trato con el prójimo.
En materia de corrección y elegancia, el Papa Francisco, nos ha dicho, que es importante recordar en toda familia y en todo matrimonio, que las palabras, perdón, con permiso, por favor y gracias, son palabras claves para mantener la paz y armonía familiar como en la vida cotidiana. Esta armonía con todas las personas, se aprende, se cultiva y tiene mucha importancia, especialmente, en el trato con las personas mayores.
Recordemos algo muy sencillo: La elegancia es el perfume del espíritu que da aroma a nuestro paso.
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