La falta de una política migratoria.
El país ha entrado en una zona de peligro sin parangón alguno en materia de política migratoria. Si no hay una definición y una verdadera política en materia de flujos migratorios en las próximas semanas, nos exponemos a una verdadera crisis humanitaria, de salud y de seguridad ciudadana.
El problema político de nuestro vecino del norte parece que va para largo, la crisis se ha “venezualizado”, no parece haber solución a corto plazo por cuanto los organismos internacionales, entre otros factores, han sido muy tímidos en sus propuestas y posiciones.
Mientras tanto, el ingreso migratorio aumenta día con día, más de doce mil nicaragüenses entran al país por mes huyendo de la guerra, de abril de este año al día de hoy hay más de sesenta mil nuevos nicaragüenses en nuestro país, la mayoría sin documentos por razones obvias, pocos son los verdaderos refugiados políticos, solo hay dos albergues y no pueden trabajar….¿Cómo hacen para sobrevivir? La situación es crítica y puede convertirse en una verdadera bomba de tiempo, ya lo vimos, en días pasados, en el parque la Merced, ha aumentado el odio y la xenofobia por ambas partes.
Debemos de tener claro que en materia de amnistía y tratándose de refugiados políticos, el régimen mismo es de excepción según Tratados Internacionales, el objeto es proteger a los perseguidos políticos no proteger migraciones masivas a fin de evitar el flagelo de la guerra, pero se ha abusado, se ha mal interpretado el problema por parte del actual gobierno y se expone al país a situaciones límites de difícil solución.
No debemos confundir el respeto a las normas internacionales, a la solidaridad misma y al resguardo de los derechos humanos con la alcahuetería y una bondad absurda, debemos establecer límites o topes con la cantidad y plazos definidos para empezar, caso contrario en un año tendremos un país dentro de otro país con todas sus consecuencias, no podemos mantenerlos, el país vive una crisis fiscal sin aparente solución a corto plazo y lo descrito agrava las cosas.
Debemos apostar a corredores humanitarios a nivel centroamericano pues el problema es de todos, reubicar personas y darles el respaldo mínimo y necesario, en paz, solidaridad y respeto al derecho comunitario. Urge una política migratoria, de lo contrario el país se hunde, más de lo que está.
Los comentarios están cerrados.