La fe nos une
Año tras año, la conmemoración del hallazgo de la imagen morena de Nuestra Señora de los Ángeles une al pueblo costarricense a través de la fe. ¡Cuán importante es este valor que nos identifica como nación!
Son ya 386 años de historia y esta celebración nos une para agradecer a la Madre del cielo por tantos beneficios por los cuales intercede por nosotros ante nuestro Señor. Sí, Costa Rica es una nación creyente en Dios y creyente en que el amor maternal de la Virgen María nos acompaña y nos cuida.
La celebración de cada 2 de agosto es motivo de unidad y solidaridad; es razón para clamar al todopoderoso que proteja a nuestro país, que nos guíe e ilumine. Respetando otros credos religiosos y a quienes no creen, un pueblo fervoroso se une para acogerse a la maternal protección de la Madre de Dios y Madre nuestra.
Dios que se nos ha revelado es un Dios cercano, misericordioso, que con amor infinito cuida a sus hijos y les ilumina. A él pedimos para que llene de bendiciones a nuestra Patria, necesitada de volver a un camino en el que impere la justicia social, en el cual se fortalezca el Estado social de derecho y retome el camino del verdadero y auténtico bien común.
Cada 2 de agosto vivimos una gran manifestación de fe para agradecer y clamar al cielo; esta manifestación se da desde lo íntimo del corazón o por medio de las celebraciones litúrgicas; se vive en privado y también en público, con respeto.
Si bien es cierto, durante los últimos dos años no hemos podido vivir la Romería que reúne a cientos de miles de personas, esto no apaga la luz de la fe ni el fervor amoroso que guardamos por “La Negrita”. Respetuosos de las medidas sanitarias y en actitud de cuidar a los hermanos, la peregrinación multitudinaria no ha sido posible porque creemos que la vida es sagrada y hay que protegerla en todos sus extremos.
Que este 2 de agosto volvamos a mostrar la unidad de un país que tiene profundas raíces en sus valores y que es amante de la libertad y la paz. Ponemos en manos de Dios los 200 años de vida independiente que pronto celebraremos.
Con profundo sentido de fe, los creyentes estamos convencidos de que el proyecto que Dios tiene sobre la humanidad es un plan de bondad, unidad y comunión, en el cual no triunfa la fuerza del poder o del tener, sino la fuerza de su amor.
Acojámonos a ese amor que nos une y con profunda devoción y fe digamos una vez más a la Patrona de Costa Rica, ¡Virgen de los Ángeles, ruega por nosotros!
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