La Finca
Recientemente, la hija de la ahora ex Canciller de la República, se refirió al país que, durante su corta vida le ha dado educación , salud y oportunidades, en una forma despectiva y mal agradecida, como «la finca».
En algunas otras oportunidades, otros malos costarricenses se refirieron a Costa Rica como un cafetal con luces, olvidando que este cafetal junto con las ciudades de Paris y New York, tuvieron alumbrado público desde el año 1884.
Esta finca que representa solamente el 0,003 de la superficie de este planeta, posee un 5 % de toda la biodiversidad del mundo pero que, además, el año pasado terminó como campeón ecológico del mundo pues el 100% de su electricidad fue producida con fuentes renovables.
Vale la pena recordar además que, está pequeña parcela de tierra, posee no solamente los índices de analfabetismo más bajos de América sino que además, tiene la esperanza de vida más alta del continente, tan alta como Alemania y más alta que la mayor potencia económica del mundo, sin olvidar que posee una de las cinco zonas de mayor longevidad del mundo, Nicoya.
Recientemente, el Banco Mundial reconoció el liderazgo de Costa Rica en salud y nuestra finca, es uno de los cuatro países con el mejor sistema de salud del mundo.
La finca, además, se encuentra el primer lugar en Latinoamérica en igualdad de género.
Esta finquita, no solo eliminó el Ejército hace 70 años sino que además es la sede permanente de múltiples organismos internacionales importantes.
La finca que la hija de doña Epsy desprecia, pasó de ser una Banana Republic, a ser campeona mundial per cápita de las exportaciones, exportando cerca de 5 mil productos, a 150 países, entre ellos, implementos médicos y de alta tecnología y es además, la segunda nación más próspera de los países latinoamericanos y tiene el mayor ingreso per cápita, después de Uruguay, Panamá y Chile.
La finca llamada Costa Rica, no solamente tiene el 27 % de su superficie protegida, sino que además logró recuperar la cobertura boscosa que pasó de un 21% en 1987, a un 52,38 % en 2010.
Cada año, a nuestra finca, por alguna extraña razón llegan 3 millones de turistas, lo que nos convierte en el sexto país más competitivo en este campo de Latinoamérica.
Y como nos decía el difunto actor tico-nica, César Meléndez: “Si no le gusta, váyase de aquí».
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