La fortaleza de la familia
Hace unos días concluyó en Guadalajara, México, el Congreso Internacional de la Familia, que ha reiterado ante el embate de la droga en las escuelas y colegios, la necesidad de formar una nueva generación. Este gran esfuerzo, requiere el aporte urgente de todas las familias. En este esfuerzo es especialmente vital, el compromiso de cada familia, en la formación de los valores de sus hijos, y en los centros educativos el aporte de cada docente, formando en virtudes a sus alumnos.
Pero, realmente importante es tener bien en claro la importancia de la participación de la política en la promulgación y dirección de políticas públicas y responsabilidades de dirigir, promover y apoyar esas nuevas acciones de los padres de familia, para la formación de esa nueva generación de niños y jóvenes, lo que no se debe postergar más.
Un error grave, es dejar pasar la creencia de que a los niños y jóvenes se les pueden dejar por la libre y sin la debida formación, supervisión y dirección de los sus padres y educadores; ya que esto es vital e importante en la construcción ciudadana del futuro de Costa Rica. Tenemos la responsabilidad todos de saber actuar y dirigir a la nación hacia un puerto seguro. La realidad es que todos debemos estar imbuidos, concertados y responsables del futuro de este país.
Existe de hecho una responsabilidad ciudadana y familiar de participar y preparar, en cada momento, la construcción del futuro de Costa Rica y esto se inicia con una sólida participación de los padres y educadores en la formación de los hijos. Las redes sociales, la volatilidad que existe sobre los asuntos de responsabilidad social, nos hacen perder fácilmente, la importancia de estar atentos y luchar por la formación de esa nueva generación. Esta iniciativa debe estar presente en los hogares, en los escritorios de los ministros de educación, economía y ciencias; así como en la agenda de los partidos políticos pues formar para el futuro es clave para los jóvenes.
La solución podría ser el establecimiento por diferentes sectores de una política familiar, que permita a las familias jóvenes tener una actitud más constructiva ante lo que va a ser su familia ante las nuevas generaciones. Y los retos que deberán enfrentar. Esto debe ser un tema de gran interés para todos y no solo de unos pocos.
Costa Rica necesita asegurar su futuro con una generación joven, fuerte, alegre que sepa enfrentar los restos del futuro, con capacidad de lucha especialmente el reto del cambio generacional. Sobre todo cuando nuestra tasa de natalidad ha venido experimentando un peligrosísima reducción.
El enemigo posible de un cambio generacional es la destrucción de la unidad familiar y convertirnos en una sociedades de viejos. No basta promover familias, es de vital importancia que estas prosperen, se desarrollen y tengan hijos para bien de nuestro país.
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