La importancia de la Solidaridad para una sociedad más humana
Las recientes emergencias derivadas de las inundaciones presentadas en diferentes comunidades en nuestro país ponen de manifiesto una vez más la importancia de la Solidaridad.
La Solidaridad consiste en comprender el dolor ajeno y debe acompañarse de acciones concretas para mejorar sus condiciones, no se trata de dar algo que nos sobra, sino de compartir con la certeza de que todos somos seres humanos. Implica un esfuerzo consciente por superar prejuicios y evitar la indiferencia hacia nuestros semejantes.
Al respecto el Papa Francisco nos recuerda: “La indiferencia ante el prójimo asume diferentes formas. Hay quien está bien informado, escucha la radio, lee los periódicos o ve programas de televisión, pero lo hace de manera frívola, casi por mera costumbre: estas personas conocen vagamente los dramas que afligen a la humanidad, pero no se sienten comprometidas, no viven la compasión. Esta es la actitud de quien sabe, pero tiene la mirada, la mente y la acción dirigida hacia sí mismo.”.
Por lo tanto la Solidaridad debe trascender a los actos de ayuda, debe ser una conexión profunda desde la empatía con la angustia y el sufrimiento de las personas, por lo que no debe limitarse solamente a los momentos de emergencia o de crisis, debe ser un valor permanente en nuestra vida cotidiana que guíe nuestras decisiones y acciones para construir una mejor sociedad más humanizada.
Fomentar la Solidaridad auténtica requiere de humildad, educación y reflexión personal. Es fundamental por lo tanto transmitir a nuestros niños desde edades tempranas la importancia de valorar las necesidades del prójimo.
La Solidaridad no solo beneficia a quienes la reciben, sino también a quienes las practican, ya que nos recuerda nuestra igual condición como seres humanos que en algún momento de nuestra vida podríamos también necesitar una mano solidaria.
La Solidaridad no es solo compasión; es un requisito para la recuperación y la estabilidad de las personas afectadas. La respuesta solidaria, tiene un rol esencial y debe practicarse con convicción, cuando se practica de manera auténtica tiene el poder de transformar sociedades.
En un mundo marcado por la indiferencia y la inequidad, la Solidaridad se hace más necesaria que nunca. Sin embargo, su verdadero valor e impacto lo determina la autenticidad con la que se ejerce pues se requiere de una gran calidad humana para dejar de lado las poses y desprenderse del ego, del interés personal, del individualismo y principalmente del deseo personal y constante de reconocimiento que nubla la razón e impide mirar con perspectiva para enfocarse en lo que verdaderamente importa: el bienestar colectivo para una sociedad más humana.
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