La indiferencia es la mejor aliada de quienes buscan el control absoluto… ¡Defendamos la radio!
El Día Mundial de la Radio es una oportunidad para reflexionar que la libertad no es un privilegio de unos pocos, sino un derecho que debemos defender todos.
En los últimos meses, la radiodifusión costarricense ha sufrido la amenaza de un posible apagón y, parece, que no hemos tomado conciencia de ello en la sociedad. La lucha por una radio que exprese, sin ningún tipo de amarras, la libre difusión de ideas y pensamientos debe ser un estandarte (como lo ha sido siempre) de la democracia costarricense.
Cuando usted enciende la radio y tiene la oportunidad de elegir la amplia oferta de contenidos editoriales o culturales, de entretenimiento o musical, de noticias o religión… debe saber que cuenta con un soporte inigualable para hacer valer derechos fundamentales de un Estado libre e independiente.
Es la radio un espacio que sirve a pluralidad de voces y es también la radio un medio de comunicación único que ha salvado vidas en los momentos de mayores emergencias que ha enfrentado la sociedad.
La radio es compañía, funciona como soporte emocional y es un espacio vital para la educación, para la promoción del más pequeño y humilde emprendedor y la difusión de ideas… ¡No podemos darnos el lujo de perder estos espacios!
Vienen a mi mente las palabras del pastor luterano alemán, Martin Niemöller, quien, en su famoso poema, reflexiona sobre la cobardía de algunos frente al Holocausto nazi, marcada por la indiferencia y la falta de valentía para ayudar a otros… El poema cierra así: “… luego vinieron por mí, y no quedaba nadie para hablar por mí”.
No cabe la menor duda que la indiferencia es la mejor aliada de quienes buscan el control absoluto y apagar la esperanza de esas voces que se pueden expresar libremente en radio.
La radio, con su capacidad de acompañarnos a cada minuto, es la misma radio que ha sabido adaptarse a las nuevas tecnologías y ha sabido aprovecharlas para su mejor servicio.
Precisamente, eso es la radio, un instrumento de servicio que celebramos como humanidad y que no podemos perder por la simple indiferencia de quedarnos callados.
Costa Rica enfrenta uno de sus grandes retos tras dos siglos de vida independiente: proteger un gran activo de democracia y protección de derechos fundamentales.
A todos quienes hacen radio, a todos quienes escuchan radio, que este Día Mundial de la Radio no pase inadvertido ni sea indiferente si queremos seguir gozando de un invaluable medio de comunicación que es baluarte de la libertad.
Los comentarios están cerrados.