La maravilla y el milagro de la Navidad
Un año más, un año difícil, un aniversario más del nacimiento del Niño Jesús, acontecimiento que se ubica quizás, como el evento más importante para la humanidad. Conmemorar la natividad del Niño Jesús, hoy representa la mejor y más brillante luz de esperanza ante la incertidumbre de un futuro sombrío.
En esta noche maravillosa de navidad, se recuerda el perenne, incondicional he inmaculado amor de Dios nuestro Padre Celestial, por cada ser humano, al enviar mediante el milagro del nacimiento virginal, a su único hijo Jesús, con la misión de enseñar el verdadero amor de Dios.
Con las palabras; “en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, se entiende y se asume como verdadero, el misterio certero de la Santa Trinidad, que bendice a toda la humanidad. Bendición que nos sobrecoge y con humildad, respeto y la cabeza inclinada, celebramos un año más la navidad, el nacimiento del Niño Jesús.
La navidad encierra la maravilla y el milagro de un amor tan sublime que, transforma la tristeza en alegría, el egoísmo en generosidad, la indiferencia en solidaridad, el dolor y el desánimo en esperanza, los obstáculos en muros por superar, el desamor en amor, la navidad es época de maravillas y milagros, regalos del amor de Dios.
Las nubes grises de tormenta se apartan y el celeste cielo junto al sol radiante relucen, cual, si fueran rayos de esperanza, que iluminan el sendero que el Niño Jesús, con sus manos dibuja para guiar a las personas por el amor apacible, comprensivo, generoso, honesto, paciente, tenas, tolerante, reflexivo y sabio.
Éste es el verdadero espíritu, maravilla y milagro de la navidad; amarnos unos a los otros, vivir en paz, practicar la generosidad, la honestidad, servir al prójimo, vivir un día a la vez con la misión de ser feliz y hacer felices a quienes nos rodean y tener presente que, Dios pone sus brazos para alivianar la carga de nuestros hombros.
En esta navidad ten cuidado por el deslumbre de “las ofertas” de la sociedad del irracional y desvordado consumo, representada por colacho y el libertinaje, para gastar en lo innecesario y desvirtuar el sentido de la navidad, ten presente que el nacimiento del Niño Jesús y su enseñanza, es el verdadero sentido de esta noche de paz noche de amor.
Pidamos al Niño Jesús que sea siempre la luz en la mente, la paz en los corazones, la sabiduría en las decisiones y que renueve en el espíritu de la humanidad el amor, el respeto y la solidaridad por el prójimo.
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