La mujer al poder
Si la armonía es la otra cara de la solidaridad social, no deberíamos hablar de la Patria, sino de Matria, de madre. Recordemos que la palabra género ha quedado reservada para hablar de la mujer, y esto le ha dado mayor vigencia al feminismo. Este movimiento cultural cobra fuerza y desplaza al machismo, culpable de aquella dañina desarmonía social. Entre mujeres y hombres debe reinar siempre amor, fidelidad, respeto y comprensión mutuos. Bañar de bien al país es urgente. Estamos llamados a un mundo mejor.
No fomentemos un falso realismo como es reducir lo divino a dimensión humana. Esto sería como querer enmendarle la plana al Creador. Respetemos opiniones diversas, pero también lo permanente, lo inmutable. Vivimos en una época de la historia con predominio de un realismo consistente en llenar de desamor el sentido de la vida, alejado de la más leve responsabilidad.
Ahora, extrañamente, algunos están dando una lucha contra la mujer, quien reclama igualdad de oportunidades e igualdad salarial para ambos sexos. Ella, sorpresiva como es, sabe convertir el desánimo en esperanza. Si pide igualdad, es de justicia y equidad concederla. No hay razón valedera para callarla con exclusiones. En verdad, en muchos campos se distingue por ser recia, exigente, disciplinada, inteligente y dulce.
El ejemplo lo tenemos en las últimas elecciones parlamentarias de Madrid, celebradas el pasado 4 de mayo del 2021: fue reelecta la Presidenta del gobierno de la capital, Isabel Díaz Ayuso del Partido Popular. Expertos españoles en política, ya hablan que el efecto “ayuso”, que podría extenderse a toda la nación. Tanto es así que varios partidos no llegaron al Parlamento; entre ellos están el Partido Socialista, que ocupa la presidencia de España; Ciudadanos, Vox y Podemos, del marxista Pablo Yglesias, quien renunció a la vida política. ¿Será cierto?
Este ejemplo español nos permite pensar en escoger una candidata para el gobierno de Costa Rica. Hay varias mujeres. La mía es… Vale la pena pensarlo, pues están cerca las elecciones. Como ya se sabe, unos triunfan y otros pierden, mas así es el clima de libertad de vivir en democracia que, a su vez, nos hace felices con su Estado de Derecho, segundo escudo de la vida costarricense.
Pronto cumpliremos muchos años de vida democrática, y así queremos seguir, gozando de libertad y paz. Sí: la mujer al poder; así estoy seguro que muchos lo quisiéramos.
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