La propuesta de Hacienda
El problema del déficit fiscal está generado por los enormes gastos en que incurre el gobierno, no por los inmensos ingresos que recibe. El problema más serio es que dentro del Gobierno los desperdicios, las duplicaciones, el exceso de personal, las pensiones de Hacienda y los pluses y sobresueldos son gastos innecesariamente altos. Estos gastos son controlables. Otro gasto inmenso es el interés pagado por la deuda pública, interés que no es controlable.
La ley de fortalecimiento de las finanzas públicas aportó los ingresos adicionales requeridos para combatir el déficit. El planteamiento del Ministro de Hacienda estaba supuesto a combatir el alto monto de los intereses que el estado paga por los préstamos recibidos y los gastos generados fundamentalmente por sueldos y salarios de la inmensa burocracia pública.
Para pagar menos intereses se propone renegociar la deuda cara por deuda con menores intereses. Esta medida parece en extremo acertada y esperamos todos que la negociación de plazo y costo sea muy favorable a Costa Rica. Para pagar menos intereses se piensa vender una institución bancaria, BICSA, cuyo patrimonio es de alrededor de doscientos millones. Vender instituciones para pagar parte sustancial del monto debido de los 36.500 millones de dólares es y sigue siendo una buena estrategia. Reducido el principal se reducirá el monto de los intereses. Creo que otras instituciones más grandes y por las que darían fuertes sumas podrían ser vendidas para amortizar deuda y mejorar el equilibrio fiscal. El concesionar FANAL no generará mayor monto.
Sin perjuicio de ello, yo no vendería nada hasta no haber reducido el gasto a fondo, no vaya a ser que sigamos gastando y pidiendo prestado y luego ya no tengamos que vender. Hay que poner límite legal al endeudamiento como porcentaje del PIB y poner techo legal al gasto de gobierno.
Reunir todos los superávits de las instituciones autónomas para pagar deuda externa es otra buena idea, pero la suma es modesta en relación al total adeudado. Celebro mucho el envío de una ley de empleo público. Celebro mucho la compra de sistemas informáticos para mejor cobrar los impuestos y recaudar lo debido.
Finalmente el Ministro de Hacienda solicitó el levantamiento del Secreto Bancario, que no tiene que ver en nada con reducir el gasto ni tampoco con mejorar la recaudación. A mi parecer es un distractor social y otros problemas serán tapados de la discusión pública por discutir un derecho amparado constitucionalmente. Un distractor social nada más.
A grandes problemas grandes remedios. Gastar menos y pagar la deuda o reducir su principal marcan el camino correcto.
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