La radio en mi vida

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La radio en mi vida
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Nací en el año 1947 en una familia que llegaría a ser numerosa. El sostén económico era nuestro padre, un obrero orfebre y de una madre buena administradora.  Las distracciones con que contábamos, en aquella época los chicos, eran nuestros juegos al aire libre y un buen día, nuestro padre llevó a la casa un radio de tubos de gran resonancia.  Esto abrió nuevas posibilidades para todos de tener acceso al variado contenido que difundían las radioemisoras de la época, que era un nuevo mundo a disfrutar para adultos, jóvenes y niños.

En las tardes esperábamos ansiosos nuestro programa favorito que consistía en el relato de cuentos.  Este se presentaba como “El mago de la luna”, su entrada sonaba como si fuera nave espacial, esto, según nuestra imaginación, era lo que escuchábamos. Así la radio llegó a ser una importante compañera en nuestra niñez y también para jóvenes y adultos.

Ya en la adultez, mi esposo y yo formamos una familia, con lo cual nació la esperanza de contar con una casa propia.  Con gran esfuerzo, este sueño llegó a ser una realidad. Aunque no contábamos con electricidad, ello no fue un impedimento para escuchar radio; pues contábamos con una de baterías y así estábamos enterados del acontecer nacional e internacional. Además de momentos de distracción humorística con programas de chistes y recuerdo nuestras risas con el programa “El matrimonio ideal” con doña Chona y don Tranquilino; esto fue posible gracias a que contábamos con ese radio de baterías. También pudimos experimentar un gran alivio en momentos de incertidumbre, sintonizando la radio…sus programas informativos, educativos, musicales, espirituales y culturales, eran un refugio llenaba de frescura la mente.

Ya en mi edad de oro, tuve un encuentro personal con la radio.  He sido fiel oyente del programa de CANARA, Panorama en especial el segmento de comentarios donde se presentaban comentarios sobre diversos temas.  Esto me motivó a averiguar cómo participar. Así fue como envié dudosa pero esperanzada mi primer comentario, el cual que fue difundido. Esto pasó hace varios años, sigo ocasionalmente compartiendo con ustedes temas de mi interés.  

La radio es una puerta abierta para difundir mi pensamiento y recibir información, entretenimiento, cultura y educación sin costo alguno,. Es sin duda una puerta pluralista abierta a la libertad de expresión e información.

La radio ostenta el galardón de ser pluralistas, libres de escogencia y a los cuales se les puede sintonizar de forma gratuita; no sólo en las zonas urbanas sino y especialmente en las áreas más alejadas y menos pobladas del país.

La radio representa una gran respuesta a sus necesidades de compartir el pensamiento, acceder a programas informativos, culturales, espirituales, musicales, deportivos, libre, sin restricciones y de forma gratuita.

El día en que la radio de libre escogencia y gratuita, acalle sus trasmisiones, moriría una gran parte de nuestra libertad y nuestra democracia. Dios no permita que este día llegue nunca.

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