La situación laboral de las mujeres en Costa Rica
Antes de la crisis sanitaria provocada por el COVID 19 , la situación laboral para las mujeres, en nuestro país, estaba deteriorada, era crítica ya que solamente participaban en el mercado laboral un 52%; esto pese a que la mitad de la población costarricense son mujeres, actualmente su participación en la fuerza laboral sigue siendo muy desigual, para los hombres la tasa fue de un 72% en contraste con un 50% para las mujeres.
Según la comparación interanual entre los últimos trimestres de 2019 y de 2020 obtenidos de la Encuesta Continua de Empleo del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos -INEC-, el desempleo ampliado para las mujeres llegó a la preocupante tasa del 27,7%, en contraste con la tasa de desempleo ampliado de los hombres que fue de 17,1%.
El desempleo para las mujeres representaba a 281.522 mujeres, sin trabajo incluidas las denominadas “desalentadas”, que son mujeres sin empleo que perdieron la esperanza y ya ni siquiera buscan trabajo.
Según la encuesta del trimestre móvil a enero 2021, la tasa de subempleo es decir personas que trabajan menos de 40 horas y quisieran aumentar su carga laboral, nuevamente, golpea más a las mujeres ya que para los hombres alcanzó un 17,5%; mientras que, para las mujeres llegó a un 21,6%.
Deacuerdo al último informe del Estado de la Nación del 2020, en Costa Rica, hay más mujeres con títulos universitarios que los hombres, ellas constituyen el 57% de los graduados universitarios; sin embargo, esto no se traduce en oportunidades de empleo.
Casi a las puertas de participar en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Costa Rica se presenta ante ese organismo vestido de inequidad, con una importante tarea sin cumplir. Los informes de este organismo han venido señalando la baja participación femenina en el mercado laboral frente al promedio de la OCDE del 70%. Además han indicado los beneficios de incorporar a las mujeres en la fuerza de trabajo para producir un mayor y más rápido crecimiento económico, también han señalado que “Incrementar la proporción de los ingresos del hogar controlados por las mujeres, procedentes de lo que ganan ellas mismas, modifica los patrones de gasto en formas que benefician a hijas e hijos “.
Hoy nos topamos de frente con una enorme desigualdad: La mitad de las mujeres en edad de trabajar están fuera de la fuerza laboral, tienen una alta tasa histórica de desempleo ampliado y además son las más golpeadas por el subempleo, esta alarmante situación dificulta alcanzar como país, bienestar y desarrollo, es urgente un compromiso serio, de verdad, con políticas públicas claras, con acciones tangibles y medibles que efectivamente propicien y generen equidad laboral para las mujeres costarricenses.
Ciertamente avanzaríamos de forma efectiva contra la pobreza si se fortaleciera e impulsara verdaderamente participación femenina en el mercado laboral
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