Las expresiones del espíritu humano frente a la conquista de la inteligencia artificial
Hace unos días tuve la oportunidad de participar en el preestreno de la película, “Los Fableman”, proyectada en el Cine Magaly con el apoyo de este cinema y de la comunidad B’nai Brith de Costa Rica, una organización no gubernamental y filantrópica, al servicio de la promoción de la cultura y de los valores de los Derechos Humanos.
Costa Rica es un país bendecido en riqueza natural, pero no se ha promovido como debería la cultura. Con el advenimiento de la inteligencia artificial y su implementación masiva en un futuro cercano, la lógica lineal de las máquinas deberá ser complementada con la capacidad de razonar de manera no lineal por los seres humanos.
En otras palabras, no solo será la fría razón la que guiará el quehacer de la humanidad en un futuro, sino las emociones, aquellas sobre las cuales varios expertos han hablado en múltiples ocasiones y que, combinadas con la razón y la capacidad de autoconsciencia de nosotros los seres humanos, nos permitirá evolucionar hacia la nueva era venidera.
Precisamente, iniciativas como la del Cine Magaly y B’Nai Brith de Costa Rica, se adelantan a la época y deben ser analizadas por los generadores de políticas públicas, para así promover la cultura, a la par de la protección del medio ambiente. Así como sembramos arboles para suplirnos de agua y naturaleza, así debemos sembrar semillas de cultura y apreciación en los cerebros de cada uno de nosotros; valores del espíritu humano, en sus expresiones en las bellas artes, tanto como se promueve la lógica, la matemática y el pensamiento lineal.
Cuando se logra tocar a la profundidad del espíritu, se despierta la esencia de las personas y se internalizan las enseñanzas que luego son pasadas a las generaciones venideras. La promoción de las bellas artes y de la cultura, ya no es un tema solo de sofisticación y educación, sino de supervivencia, pues con el avance acelerado de la inteligencia artificial, quienes no logren desarrollar la inteligencia emocional por medio de la apreciación de las bellas artes y de la cultura para poder enfrentarse a los retos de esta y de las décadas venideras, sucumbirán, tal y como, quienes fueron desplazados por las máquinas manuales durante los albores y el desarrollo de la Revolución Industrial y como ha ocurrido con el advenimiento de lo que Yuval Harari, un profesor israelí, ha denominado como la “Revolución Científica”.
Seres humanos con inteligencia emocional, conscientes de nuestro entorno, viviendo en interdependencia y con una vida centrada en una serie de principios, iniciarán el advenimiento de una nueva época para la humanidad y, a pesar de los retos venideros. Después de todo, somos seres humanos y, para sabernos humanos, necesitamos de la cultura.
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