Las Tortillas De Doña Enriqueta
Del presente la vertiginosa carrera tecnológica que, en pocos meses desactualiza el último adelanto y como norma, la palabra obsoleto cada seis meses. El concepto de calidad se agiganta como la espuma, utilizo el termino porque la calidad actual dista mucho de lo que era, para transformarse en una torre de espuma sin control.
En la impresión de material de empaque para los diversos productos, se exige códigos estrictos con un rango de más menos, medido con densitómetro, si no cumple la especificación, se desecha millones de dólares, por un detalle que sólo el densitómetro lo determina, se sabe que cada persona percibe diferente los colores.
Hoy un automóvil fabricado en el año 1960 circula sin problemas de motor ni carrocería con un adecuado mantenimiento, sin embargo, los autos modernos se deshacen en 5 años. La calidad moderna abarata costos para generar ganancias y ofrecer al consumidor paradójicamente productos de muy cuestionada calidad.
La mantequilla de otrora se convirtió ahora en un polímero, perdone la redundancia en un plástico. Los sabores y aromas naturales usados en la industria alimentaria pasaron de la realidad, a dar uso de las esencias artificiales fabricadas en laboratorios químicos. La calidad natural hoy esencialmente es artificial.
Corrían los años 80, aún en esa época los costarricenses degustaban de la tradicional tortilla tica, hecha de maíz cocinado con cal, molido en la casa, masa de maíz, no de harina que, sobre el comal caliente las tortillas palmeadas hinchaban su exquisito aroma, sí, las tortillas de doña Enriqueta hechas en la madrugada.
Doña Enriqueta de pelo largo, cano y trenzado, delgada, bajita y emprendedora, con su canasta al lado de su cintura, salía en las mañanas a vender las tortillas, trabajo honorable, con el cual sacó adelante hijos y nietos. Como doña Enriqueta miles de familias dedicadas a esa labor, se quedaron sin sustento, por el avance tecnológico.
El lechero distribuía leche integra de calidad y desapareció, leche de la cual se sacaba crema, mantequilla, natilla y queso. En ese tiempo era fácil detectar la leche adulterada con agua, al observar en el borde del recipiente una orilla de color celeste. Hoy la calidad ofrece leche ordeñada al máximo, sin sólidos lácteos.
El pan español, francés y manteca por mencionar algunos, a los cuales, según el precio, se les exigía por ley un peso específico para defender al consumidor, hoy está por la libre y el pan espuma que es puro aire por dentro, se olvidó de la calidad. Pregunto ¿Dónde están los Entes encargados de velar por los productos de calidad?
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