Los Parques Nacionales de Costa Rica, Orgullo Nuestro
Celebrar la existencia de los parques nacionales hoy es una oportunidad para reflexionar sobre el talante ecologista de Costa Rica. Marca histórica que ha permitido posicionar nuestro país ante el mundo como un pedacito de tierra donde la diversidad ecosistémica representa una riqueza invaluable que no debe ser manoseada por ningún interés mezquino.
Los parques nacionales nacieron como la posibilidad de preservar el patrimonio natural del Estado que tal cual lo señala nuestra legislación es intransferible e inalienable. En palabras claras, los parques nacionales son tierra que de por vida será protegida para que la naturaleza se preserve sin alteraciones. Esto en un largo recorrido de decisiones políticas que vienen desde 1945, cuando se da la Ley número 197 hasta 1969 con la creación de la Ley 7575 llamada Ley Forestal, que crea el Departamento de Parques Nacionales. Este avance legislativo ha ido de la mano de una avanzada de conciencia de la sociedad costarricense que no ha tenido tregua. No ha sido cuestión de un gobierno de turno, la identidad costarricense, la idiosincrasia costarricense está marcada por su amor a la naturaleza y su orgullo por la belleza abrazada en nuestros parques nacionales. ¿Quién no siente orgullo por la diversidad de la fauna en Manuel Antonio? ¿Quién no siente emoción al mirar despejado en los cielos de nuestro firmamento el Volcán Arenal o los Crestones del Chirripó? ¿Quién no se emociona al ver las imágenes submarinas de los tiburones y corales en los mares que bordean la isla del Coco?
Orgullo que no nos lo va quitar ningún Gobierno o Ministro de Ambiente del momento, por populares que sean, como los que hoy dirigen nuestro país y pretenden hacernos pensar que los parques nacionales son algo así como parques de recreo o de diversiones con fines solamente comerciales o turísticos. No, señor Ministro. No, señor Presidente. En el país, tenemos claro desde hace añales que los parques nacionales son una categoría de área protegida, que goza de un determinado estado legal, permitiendo proteger y conservar la biodiversidad que se encuentra en él. Todo esto para que proteger el verde de los árboles, el azul de nuestros mares, el canto de las aves, el aullido del Congo, el rugido del jaguar o el nado del manatí, todo esto para conservar la vida de un humedal o la corriente de un río.
Celebramos este 24 de Agosto como Día de los Parques Nacionales desde 1977, orgullo nuestro y ejemplo ante el Mundo Entero. Lo celebramos no solo pensando en la importancia de su protección, sino que también en la convicción de su defensa.
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