Los retos que vienen para Costa Rica

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Los retos que vienen para Costa Rica
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Pasado el proceso electoral, quedan varias lecciones que deben ser asimiladas por los principales partidos. Queda demostrado que el país tiene un segmento apolítico, disgustado y apático que representa más del 40% del padrón electoral. Una vez más, en la arena política triunfa un movimiento emergente, sin estructura, ni voto duro y de vieja guardia pero aún así, ganan las elecciones.

Los partidos políticos tradicionales, deberían hacer una investigación profunda y una reingeniería. Retomar el concepto estratégico, que todos en sus movimientos políticos se ufana de usar, pero que pocos ejecutan con éxito.

Ignorar las necesidades reales de la ciudadanía con más de 12 años de decrecimiento económico, aumento de la deuda per cápita, desempleo, pobreza extrema, la voracidad fiscal de los últimos 4 años, el crecimiento del aparato estatal de manera descontrolada, el gasto y la burocracia; le seguirán pasando una gran factura a los partidos tradicionales.

Los dirigentes políticos tradicionales que se quedaron a expensas del voto duro, la estructura política y la vieja dirigencia, perdieron de vista que el nuevo mercado electoral cambió y dejaron de lado el requerimiento de la ciudadanía. Y sí, el cliente político demandó ideas y soluciones, y el que brindó de forma más clara el cómo, quién y cuándo, fue el triunfador final. Obviar las tendencias y demandas de los nuevos electores y el auge del mercadeo digital, impidió también, la efectividad de llevar el mensaje correcto a su destinatario.

En las dos últimas elecciones, como ya se indicó partidos sin estructura, ni vieja guardia y voto duro, han ganado las elecciones, utilizando efectivamente las redes sociales y la creatividad de su comunicación para llegarles a aquellos que rechazan la vieja forma de hacer política. Esto se ha repetido en América Latina y el mundo, donde candidatos emergentes dan el golpe de sorpresa.

Hoy al país le quedan más retos que soluciones. Y todos (as) miramos con esperanza el devenir del nuevo gobierno.  Hay deudas pendientes con el país:

  • Reactivar la economía con foco en el empleo
  • Reformar el estado para hacerlo eficiente y eficaz
  • Meter mano al hueco fiscal
  • En conjunto con el Congreso eliminar la relección de magistrados y recortar los períodos
  • Hacer la Caja y al Ministerio de Salud más efectivos en crisis como la pasada
  • Profesionalizar el servicio exterior y eliminar filtros como el Centro Manuel María Peralta que podrían implicar duplicidad de esfuerzos y recursos
  • Cambiar el perfil a las embajadas para convertirlas en promotores de inversión y exportación
  • Hacer que las instituciones semiautónomas por fin generen dividendos y no pérdidas.

Hay una gran expectativa más a la concreción, que a las promesas. El nuevo gobierno requerirá de una concertación nacional involucrando todos los sectores y grupos de interés. La administración estratégica, ahora será responsabilidad del nuevo gobierno.

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