Los riesgos del marchamo digital
Toda idea basada en la tecnología, cuya implementación busque generar bienestar social debería ser desarrollada con altos estándares de calidad para que se pueda encadenar con otros proyectos de política pública que busquen hacer a Costa Rica segura e inteligente.
Dicha premisa siempre la defenderé, pues ese A-B-C dará seguridad, confianza y protección a la intimidad de cada habitante, no vaya a ser que nos topemos de frente con una nueva UPAD, como la del último gobierno PAC, que buscaba llegar hasta la información sensible y privada de los costarricenses.
Si algo nos dejó aquel abusivo proyecto fue que la implementación tecnológica debe hacerse bien, con cuidado y con buena letra, para evitar malos entendidos, malas aplicaciones y violaciones a los derechos humanos que detonen en abusos como el control y los seguimientos a personas.
Si bien el marchamo digital podría ser un punto de inicio para lograr esa, tan anhelada, política pública inteligente del control vehicular, donde se logre un eficiente traslado de las personas, la verdad es que hoy en día preocupa, y mucho, pues luce como una iniciativa débil jurídicamente y sin los cuidados para proteger la integridad de las personas.
Su implementación debe tener antes un resguardo técnico muy profundo, que hoy no existe en Costa Rica. Primero, se ocupa de una reforma profunda a la ley de protección de datos, segundo, se debe dar independencia a la unidad de protección de datos de los habitantes, PROHAB, sacándolo del Ministerio de Justicia, tercero, se necesita un estudio de factibilidad técnica que respalde el sistema que se usará.
Cuarto, debe existir una comisión técnica que reúna expertos en tecnología y derecho que confirmen la salud del proyecto y la clarificación de todas las fases de la iniciativa (no es solo pegar un nuevo sticker en el parabrisas, pues millones de datos de todos los dueños de vehículos estarán expuestos). En otras palabras, cualquier inversión financiera del INS, sin estos pasos previos, pone en riesgo los recursos públicos y la privacidad de la información personal de los costarricenses.
Pero, ¿cuáles son los 3 peligros principales del marchamo digital? Que el gobierno quiera implementar el sistema en cada vehículo sin pedir permiso a cada dueño registral, pues la información que se obtendrá puede ser muy personal, que la captura de la información esté vinculada a la información personal de cada dueño registral, ya que el gobierno podría conectar esa información con la disponible de cada persona en todo el gobierno sin que nadie lo sepa y que el proyecto no tenga los niveles de seguridad informática adecuados, dado que los datos podrían ser robados o copiados y así acceder a patrones de ruta de los vehículos y, por ende, hacer seguimientos y todo esto en malas manos sería terrible.
En resumen, todo paso hecho por el INS para implementar el marchamo digital, debería revisarse y el proyecto detenerse para hacerlo bien, pues el potencial beneficio es muy bueno, pero el eventual peligro es igualmente muy alto. Actualmente, expertos en tecnología, seguridad, política y derecho no pueden garantizar la salud del marchamo digital y eso debe llamar la atención. No es cualquier problema, es uno que expone a las personas.
Los comentarios están cerrados.