Manejo del español
Hoy, en nuestra sección En defensa del español, el filólogo Carlos Díaz Chavarría continúa respondiendo algunas preguntas que nuestros oyentes han realizado.
La primera consulta es acerca de la utilidad de la letra “h” y ¿por qué aún la Real Academia no la he eliminado como si hizo con los dígrafos “ll” y “ch”. Don Carlos explica:
“De acuerdo con la Ortografía de la lengua española de la RAE, la “h” se ha mantenido en nuestro sistema ortográfico por razones etimológicas; es decir, relacionadas con su origen; como también por su uso tradicional consolidado. Por ejemplo, pese a no tener ningún sonido, hay más de 2.000 palabras en español que empiezan por la letra “h”. Además, se puede encontrar en muchas palabras de manera intercalada, como el caso de “almohada” o “zanahoria”. También, a la hora de escribir sirve para diferenciar palabras que suenan igual en el lenguaje hablado pero que tienen significados distintos, como el término hola”.
La otra consulta es si es correcto decir “primero de febrero”, o, por el contrario, “uno de febrero”.
“Según el Diccionario panhispánico de dudas, de manera general se emplean siempre los cardinales al momento de expresar el orden para nombrar los días del mes, aunque para referirse al día uno puede usarse también el ordinal primero. Ahora bien, en Hispanoamérica se usa más el ordinal “primero” para referirse al primer día de cada mes como el caso de primero de febrero; mientras que en España es más habitual el uso del cardinal, entonces se diría uno de febrero”.
También nos han preguntado sobre la diferencia de “acordarse” y “recordarse”. Don Carlos señala:
“Ambos verbos “acordarse” y “recordar” significan traer algo a la memoria; es decir, evocar. La diferencia entre los dos es que el verbo «acordar(se)» se construye con la preposición «de», por lo tanto, es «acordarse de algo», a diferencia del verbo «recordar» que lo hace sin esa preposición, por lo cual es «recordar algo».
Los invitamos a seguir formulando sus dudas, las cuales serán respondidas, con mucho gusto, por el escritor y filólogo Carlos Díaz Chavarría.
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