Manifestaciones de violencia sexual

Hace unos días compartimos sobre algunas de las manifestaciones de violencia sexual que sufren las mujeres en Costa Rica: hablamos sobre la agresión sexual en la pareja, el acoso callejero, el ciberacoso y las relaciones impropias.

Hoy vamos a comentar sobre otras formas de violencia sexual que lamentablemente están presentes en nuestra sociedad y que urgimos erradicar par por el bien de todas las mujeres habitantes de nuestro país.

Empecemos por hablar sobre la violación. Es un delito que se presenta cuando una persona obliga a otra a tener acceso carnal vía oral, anal o vaginal sin su consentimiento,

También está la tentativa de violación que es cuando se inicia el delito, pero no se consuma el acceso carnal.  En resumen, si se tiene intimidad sin su consentimiento, eso es violencia sexual.

La trata de personas con fines de explotación sexual es otra forma de violencia.  Se puede disfrazar por medio de promesas de noviazgo o matrimonio, capacitaciones para oficios muy llamativas y hasta ofertas de trabajo o estudio en el extranjero. La trata se manifiesta por amenazas, uso de la fuerza, secuestro o engaños.

El Inamu advierte que esos anuncios misteriosos donde se ofrece hospedaje, alimentación y un salario llamativo deben verse con desconfianza.

Nos queda el Hostigamiento sexual en el empleo y la docencia , debe quedar claro que toda si el comentario es de contenido sexual y genera incomodidad es hostigamiento.

Las mujeres tienen derecho a un ambiente laboral libre de acoso sexual. Y atención, si algún profesor o personal de su escuela o universidad le ha propuesto mejorar tu nota a cambio de intimidad repórtelo en su institución o al OIJ.

Cualquiera de los ejemplos que hemos expuesto son parte de lo que se denomina “violencia sexual”. Si usted es testigo de esto o peor aún, es víctima, puede llamar al 9-1-1 y formular una denuncia.

Ninguna mujer tiene la culpa de las agresiones sexuales de las que pueda ser víctima.

 Basta ya de violencia contra las mujeres. Tu voz sí importa. Un mensaje del INAMU