Medalla de oro, pero en descaro
La comparecencia de un ex nadador ante la Comisión de Ingreso y Gasto Público de la Asamblea Legislativa, días, atrás, donde adujo que al no haber recibido el premio en su momento, esto le produjo daño moral y desmotivación. Estas manifestaciones lejos de generar simpatía, hacia esta persona, lo que evoca es reproche, pues no se practica el deporte para hacerse millonario sino para representar al país. El Ministerio Público debe de investigar a fondo por qué la Procuraduría General de la República cometió un error tan garrafal que tantos millones le están costando al erario público y nadie ha respondido por ello.
El artículo 199 de la Ley General de la Administración Pública, es muy claro en establecer la responsabilidad de los funcionarios cuando se ha cometido un daño donde medie culpa grave. Sin importar cuál fue la razón por la que se presentó el recurso de apelación ante la instancia errónea, tanto los funcionarios del Tribunal de lo Contencioso Administrativo, así como, la Procuraduría, debieron de haber visto esto y no dejarlo pasar por alto.
No se debe permitir que un ex procurador obtenga una pensión de lujo cuando le ha causado un mal tan grande al país. No se debe permitir que una ex Ministra no sea investigada por estas coincidencias a favor de un familiar, que gana un torneo de natación de poca monta, en el cual, sin ánimo de despreciar, pero hasta un hombre de cincuenta años, superó por mucho la marca establecida por el nadador costarricense.
No se debe permitir que los fondos públicos sean despilfarrados y regalados a atletas de poca envergadura, que pretenden hacerse millonarios, compitiendo en torneos donde hombres de mediana edad los superan y con creces.
Deportistas de la altura de un Neri Brenes y una Hannah Gabriels, tan solo por mencionar un par de ejemplos de grandes atletas, que sí han puesto en alto el nombre de Costa Rica, no tuvieron ese reconocimiento monetario.
Pero no, el beneficiado por un error de forma, lo que hace es ir y decirle a los diputados que se le ha causado un grave daño moral por no habérsele entregado oportunamente el premio. La ex Ministra anda por la libre sin ser investigada, el ex procurador tiene una pensión de esas que llaman de lujo y el ex nadador pretende hacerse rico con el sudor de los demás, de los contribuyentes.
Este hecho evidencia que pagamos más impuestos para mantener la ineficiencia de funcionarios, que no han actuado responsable en el cumplimiento de sus deberes y desfachatez de quienes evocan el “pobrecito”, para que les den dinero inmerecido, como también son los abusivos pluses salariales y pensiones de lujo con cargo al Presupuesto Nacional.
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