Morir de risa
¿Puede alguien morir de risa?
Lamentablemente sí. La risa es fundamental para llevar una vida larga y sana, pero en ocasiones puede resultar mortal.
Aunque existen muchos estudios que avalan las bondades de reírse a pleno pulmón: la risa es capaz de aliviar el dolor. Ya cuando nos reímos, el cerebro emite una orden que provoca la secreción de endorfinas, que son sustancias con propiedades similares a la morfina que reducen el dolor; favorece la digestión al contraer los músculos localizados en el abdomen; controla la ira; aumenta el ritmo cardíaco y reduce la presencia de glucosa en sangre.
Sin embargo, lo cierto es que existen varios casos confirmando el triste hecho de que puede darse el hecho de llegar a morir como consecuencia de un ataque de risa.
Uno de los primeros casos documentados de muerte por risa es el del filósofo griego del siglo 12 antes de Cristo, Calcas.
Cuenta la leyenda que estaba Calcas plantando una vid cuando un adivino le dijo en tono solemne: “no llegarás a beber las uvas que den estos viñedos”. Cuando llegó la hora de la vendimia, Calcas invitó al hechicero a beber con él el vino y en ese momento el mago volvió a repetir la profecía. Fue entonces cuando a Calcas le entró un ataque de risa y falleció en el acto.
Así que aunque nos recomiendan una vida llena de alegrías, como todo, es mejor reír con medida.
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