Mucho cuidado con las expectativas y el abuso de poder
Lo que ha venido sucediendo, en los últimos días, con las decisiones del gobierno en torno a diferentes temas de la realidad nacional, ha puesto a la mayoría del país en una expectativa sobre lo que vendrá el próximo día, ya que cada día aparece una noticia sobre tal o cual descubrimiento de manejos inadecuados y gastos multimillonarios del dinero de los costarricenses, los que no se debieron dar.
Esas expectativas incluyen los deseos y esperanza de que el señor presidente Chaves y el gobierno solucionen cientos de situaciones más que han venido afectando por años a miles de costarricenses. Desde las iniciativas en busca de rebajas en combustible, arroz y medicinas, hasta la resolución de casos como el fideicomiso del Banco de Costa Rica sobre la ampliación de la carretera de ruta uno o lo concerniente a los trabajos en carreteras como San Carlos y ruta treinta y dos.
Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con esas expectativas y esas esperanzas, como también, debe tener mucho cuidado el señor Presidente y el gobierno con las acciones que tomen pues no siempre el gobierno tiene la posibilidad de cumplir en forma inmediata con esas expectativas y ese no cumplir con ellas, crea, primero incertidumbre, luego desesperanza y finalmente molestia. Y lo que era “luna de miel” entre gobierno y pueblo se puede convertir en conflicto permanente, uno porque no le cumplen los deseos y el otro por tratar de justificar esos incumplimientos. Ojalá y Dios quiera que no lleguemos a eso.
En un segundo plano, el presidente y el gobierno, deben cuidarse de no hacer aquello que implique o siquiera dé la impresión de abuso de poder, rompimiento del orden constitucional y por ende violación de la ley. Esto sería lo que sus detractores, especialmente, algunos sectores de la prensa, están esperando para aumentar sus críticas desestabilizadoras y volcar a la opinión pública en su contra, por los peligros que puede entrañar esos potenciales abusos y esas supuestas violaciones a la ley, pues sería como estar a las puertas de formas de gobierno que no queremos en Costa Rica.
Somos y hemos sido un país de derecho y los desmanes y gollerías que hemos conocido gracias a la valentía de este gobierno, se cometieron en su mayoría al amparo de la ley, ya que desde las estructuras de poder se crearon condiciones legales para estos se concretaran. Esas perversas leyes deben atacarse y erradicarse pero respetando siempre nuestra institucionalidad y para ello requerimos que la Asamblea Legislativa asuma su rol y dicte las leyes que se requieran para derogar toda legislación que pueda ser aprovechada por los sinvergüenzas para cometer sus fechorías.
Dios quiera que se sigan dando acciones que nos llenen de esperanza sobre el futuro pero que estas sean dentro del marco de la ley y el equilibrio institucional.
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