Navidad es vida, luz y esperanza
Un día al año conmemoramos, con especial devoción, el nacimiento del Niño Jesús, quien cambió la historia de la humanidad para siempre y que se hace actual en medio de la cotidianidad que vivimos.
Con particular convicción, los creyentes celebramos en Navidad la encarnación del Hijo de Dios, nacido de una mujer, nacido de la Virgen María. Creemos en la Navidad como el acontecimiento salvífico que nos trae verdadera vida, luz y esperanza. Por consiguiente, no es una fecha cualquiera.
Respetando a quienes no comparten la fe en Jesucristo, sabemos que muchos viven este tiempo alrededor de valores universales como la solidaridad, la paz o el amor. Lejos de ahondar en diferencias, la Navidad nos envuelve en un espíritu de fraternidad y generosidad que nos lleva a actuar en favor de unos y otros.
Como parte de la familia humana, vivimos días de alegría, expresiones de amistad y momentos en que la solidaridad y el desprendimiento resaltan en la sociedad, especialmente en favor de los que menos tienen. Ojalá que esos sentimientos se puedan vivir durante todo el año a través de actitudes de caridad. La Navidad es un buen momento, un punto de partida propicio para unirnos, reflexionar y caminar con ilusión.
Que esta época de la Navidad no se disipe con facilidad, ni se apague de manera repentina como lo hacen las luces artificiales. Que, por el contrario, podamos suscitar que prevalezca sin diferencias el amor entre hermanos, manteniendo estos valores que nos unen y nos ayudan a vivir mejor en beneficio de todos.
Para los creyentes, el Nacimiento de Jesús tiene gran significación por su mensaje contundente de fe y esperanza en que Dios se ha acercado de manera definitiva para la salvación eterna de la humanidad.
Alrededor de esta celebración, que de manera general se vive en la sociedad, aprovechemos la oportunidad para renovar nuestro compromiso en búsqueda de la paz y la justicia, la armonía y la solidaridad.
¡Todos queremos una mejor Costa Rica! Procuremos entonces ser mensajeros de paz y transformemos la realidad en que vivimos, para pueda reinar la justicia, el bien común y el desarrollo integral para todos.
Como pastor y obispo de la Iglesia Católica, quiero enviar mis mejores deseos e impartir la bendición sobre esta gran nación y para cada uno de sus habitantes. Mi saludo cordial y de aprecio a quienes hacen radio y permiten la difusión de estos mensajes.
¡Para todos en Costa Rica, una muy feliz y santa Navidad 2023!
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