Navidad para los niños desplazados del mundo
La navidad es una época de ensueño para todos los niños, dada la fantasía de regalos, alegrías, y momentos familiares. Sin embargo hay otras realidades.
Se trata niños desplazados en el mundo, producto de conflictos, violencia y otros movimientos sociales similares.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), dice que hay 36,5 millones de niños desplazados de sus hogares, llegando a la cifra más alta registrada desde la Segunda Guerra Mundial.
Entre ellos, 3,7 millones son refugiados y solicitantes de asilo, casi 22,8 millones desplazados internamente debido a conflictos y violencia. Otro grupo no incluidos aquí, son los desplazados por desastres climáticas. Y ultimamente en 2022, los afectados por la invasión rusa de Ucrania.
En nuestro país esta triste realidad hace referencia a niños inmigrantes víctimas de xenofobia, pobreza, abandono, habitando en las calles, sufriendo de frio y hambre. Reciemtemente lo vemos en familias venezolanas, donde los medios de comunicación muestran escenas y entrevistas con los pequeños explicando que su mejor momento es cuando pueden jugar y comer.
Sea cual sea la circunstancia que estén viviendo es importante hacer empatia y ponernos la mano en el corazón. Llevarles un poco de navidad haciendoles llegar un regalito, ropa abrigadora, una cobija, comida, confites, y hasta un tamal. No pasar indiferente por las calles y aceras.
Mirarlos a los ojos cargados de inocencia, y arrancarles una sonrisa brindandoles un gesto de cariño y humanidad, será un mutuo regalo, porque dar es lo mismo que recibir. Simbólicamente es como si lleváramos la estrella de belén y las manos de los reyes magos llenas de esperanza. Enseñarles que aun somos hermanos espiritualmente y que debemos unirnos.
Dios cuide de todos los niños del mundo que sufren y que una oración universal el día de navidad genere cambios hacia una humanidad menos violenta.
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