No tendríamos ni papa
Menuda discusión se ha armado respecto al Régimen Obligatorio de Pensiones (ROP) a partir de los rendimientos decrecientes de la actualidad.
Callamos durante mucho tiempo cuando engordaban vigorosamente, lo cierto, la inmensa mayoría de nosotros, a no ser por la obligación del ahorro, no tendríamos ni un cinco.
Desde el inicio de la Ley de Protección al Trabajador, en los albores del siglo, donde se crearon los mecanismos de ahorro para el Fondo de Capitalizacion Laboral (FCL) y el ROP, busqué por todos los medios inscribirme en la Operadora de la Caja Costarricense de Seguro Social, nunca me arrepentí, menos la cambié, cada quien escoge libremente la de su predilección.
Cada persona debe revisar minuciosamente los informes remitidos, por ejemplo, la carga de operación, sufragada con el pago de la comisión aportada, los inmuebles propios o alquilados, gastos innecesarios en los que se estaría incurriendo.
El tema de los regímenes complementarios de pensiones es relativamente nuevo, varios países, incluida Costa Rica, están en la curva de aprendizaje, a pesar de lo novedoso, varias naciones han afrontado diversas vicisitudes, experiencias a confrontar, en América Latina: Colombia, Chile, Uruguay para mencionar algunos.
En una extensa entrevista radiofónica, Roció Aguilar Montoya, Superintendente de Pensiones, se mostró, no sólo preocupada, conocedora de la situación, también con propuestas correctivas a algunas injusticias, especialmente contra las pensiones en curso de pago y los futuros pensionados, quienes por un lado han materializado las pérdidas con rendimientos decrecientes de los ahorros, en tanto a los otros las expectativas se les desplomaron abruptamente.
Uno de las grandes debilidades de las inversiones, algunas en el mercado internacional, todos los dineros van a un mismo saco, no es igual la expectativa de recuperación de las inversiones en los jóvenes menores de cuarenta años a quienes superan esta barrera etaria.
En este momento, como está estructurado el sistema, los grandes perdedores son quienes reciben pensión complementaria con el rendimiento de sus ahorros y quienes están a las puertas de la jubilación como lo anoté anteriormente.
La Superintendencia de Pensiones, las operadoras, los diputados a la Asamblea Legislativa tienen una papa caliente en sus manos, por un lado, un proyecto para permitir el retiro hasta del 30% de los ahorros para pagar deudas, por el otro, el desplome del rendimiento de las inversiones a consecuencia de la crisis mundial.
Lo cierto, en medio del mar de la incertidumbre, con los naturales errores, de no haberse promulgado la Ley de Protección al Trabajador, la inmensa mayoría de personas, como se dice popularmente, no tendrían ni papa, siempre habrá buenos motivos para gastar, en tanto, prácticamente nulos para el ahorro.
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