Nocaut al SINART
Algunas veces la vida da oportunidad de rectificar, de arreglar el rumbo de las cosas y de enmendar los desvíos. Tonto quien no aprovecha la ocasión.
Los ojos de la Contraloría, de la Asamblea Legislativa y suponemos de la Fiscalía están sobre las discutibles y abusivas acciones que promueve esta Administración en torno al SINART. La Contraloría, ante el mal planteamiento en el manejo de fondos, recién rechazó el presupuesto extraordinario presentado por esta entidad para elevar sus gastos en por más de cuatro mil millones de colones.
Desde el punto de vista técnico, había un incumplimiento del principio constitucional de plurianualidad. No obstante, pareciera que este incumplimiento técnico no es el asunto principal en relación con las pretensiones de esta Administración. El meollo del asunto radica en el agrupamiento anormal de presupuestos y dineros de publicidad y propaganda en la “agencia de publicidad” de SINART para que, con aprovechamiento confeso de la naturaleza de sociedad anónima de la entidad, se manejen desde allí.
En unas declaraciones sorprendentes por infieles con el cometido y naturaleza pública de la entidad, el jerarca de SINART declaró que eran empresa privada y con esa credencial haría las cosas.
Y cuando la Contraloría rechaza el Presupuesto extraordinario indicado, además en medio de una propuesta legislativa de investigación, en lugar de rectificar y enmendar, la dirección del SINART declara que va de nuevo con el presupuesto extraordinario.
Las objeciones al manejo de dineros para publicidad y propaganda gubernamental llenan todo el espectro: dineros del BCIE utilizados a través de una contratación sastre (hecha a la medida por el beneficiado), irrupción del jerarca del INA como jefe de comunicación para encauzar los dineros hacia este dudoso amontonamiento de recursos en el SINART, renuncia de la directora jurídica del SINART ante órdenes directas para favorecer a la compañía Nocaut, ligada a un colaborador de la campaña electoral, abuso de la figura jurídica del SINART. ¿Lo convirtieron en sociedad anónima para hacer estas buchacas?
La denominación de “empresa pública” es un chiste. ¡Emprenda con sus recursos y en igualdad de oportunidades! ¡No use el dinero público para jugar de empresario y aprovecharse de la situación!
El punto es que estas jugadas y maniobras no solo justifican la investigación legislativa y la improbación de la Contraloría, sino también la investigación de la Fiscalía y la reflexión sobre el abuso de la figura jurídica por parte de una infiel administración. ¿Para eso querían la figura de sociedad anónima?
Es claro que no aprovecharon el primer frenazo de la Contraloría para enmendar y recapacitar. Más bien se retrataron de cuerpo entero.
Curiosa Administración pública, por un lado atacan a la prensa, no solo con insultos sino con conductas y acciones inaceptable, reclamando el contenido de la información, pero por el otro favorecen a los amigos con buchacas y amontonamientos de dinero que terminarán por darle un nocaut al SINART.
¿Dónde está la canallada? ¿Dónde está la bronca?
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