OCDE: una puerta al desarrollo
Costa Rica fue admitida a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y esa noticia nos llena de orgullo y esperanza. Lo que inició Laura Chinchilla hace 10 años con gran liderazgo, se logró terminar gracias al trabajo visionario de todo un país.
Llegar a formar parte de esta organización no fue para nada un proceso sencillo, pues el país debió cumplir con altos requerimientos internacionales y alcanzar mejores estándares de eficiencia en distintos procesos de la administración pública.
La hoja de ruta que se diseñó para el proceso de integración, estableció que Costa Rica sería evaluada mediante 22 comités y que se requería la aprobación de 14 proyectos de ley. Como presidente de la comisión legislativa que analizó, modificó y presentó ante el Plenario esas leyes, me complace decir que todo ese esfuerzo valió la pena.
La OCDE es un foro de análisis en el cual los países que la integran comparten experiencias, comparan informaciones críticas, recomiendan políticas públicas, dan a conocer estrategias y buscan la manera de solucionar los problemas comunes de la sociedad. Por ese motivo, esta adhesión no solo beneficiará al gobierno o al sector productivo, sino a todos los costarricenses en general.
Nuestro ingreso a la organización facilitará la competencia, la supervisión efectiva de nuestras instituciones, la transparencia y la aplicación de las mejores prácticas en todos los ámbitos de nuestra sociedad, pero también nos ayudará a incorporar un ciclo de mejora continua, debido a que el país será evaluado con frecuencia para analizar sus políticas públicas con respecto a los estándares internacionales.
El potencial de negocios, innovación y crecimiento es todavía mayor, pues los otros 37 países que integran ese organismo –nuestro país es el miembro número 38- representan el 75% de la Inversión Extranjera Directa a nivel global, y concentran alrededor del 60% del PIB mundial y del comercio.
Los retos y oportunidades del siglo XXI implican tener socios comerciales que le ayuden a Costa Rica a crecer y a desarrollar un conjunto de buenas prácticas para llegar a ser más eficientes y competitivos. Además, codearnos con esas naciones será toda una experiencia y supondrá una enorme escuela que le permitirá al país fortalecer su economía, reducir la pobreza y el desempleo.
El ingreso a la OCDE no es la solución definitiva a todos nuestros problemas, pero es una herramienta muy valiosa para señalar el camino por donde debemos transitar, una puerta para alcanzar el desarrollo y llevar mejor calidad de vida a todos los rincones de nuestro país.
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