Oda al fraude

Por donde quiera que se vea, lo ocurrido en Venezuela este domingo, enciende todas las alertas.

Llamarlo corrupción, fraude o robo, da igual, todos los adjetivos nos remiten a un cáncer político usual en las tierras latinoamericanas a lo largo de la historia, y es que el poder por el poder, casi siempre, desvía conciencias y atrofia propósitos con el paso de los años.

Para el pueblo, el pasado domingo 28 de julio del 2024 ganó la oposición sin lugar a dudas, sin embargo, ahora el pueblo llora y sufre mientras la diplomacia internacional intenta moverse más allá de la velocidad de un oso perezoso para ayudar a quienes están dispuestos a dar sus vidas por salvar las de sus hijos y nietos… vidas que ya varios sacrificaron, pues ahora se cuentan muertos, heridos, arrestados o exiliados, sin mencionar los que aún viven en una Venezuela muy herida.

Maduro perdió, pero sigue en la silla como si nada pasara, amenazando a quien se le quiera oponer… la justicia y el mundo democrático deben reaccionar.

Tras más de dos décadas de un régimen que ha destruido toda la identidad del pueblo venezolano, todos esperaban que el domingo 28 de julio se escribiera por fin una página nueva, limpia y llena de esperanza, pero por ahora esa parece no ser la ruta, una vez más, pero ahora más que nunca, el mundo contempla un fraude que es difícil de tapar para el régimen y más difícil de tolerar para la mayoría del pueblo.

No basta con el enorme éxodo de venezolanos intentando comenzar de nuevo por todo el mundo, no bastan los cientos de miles que han cruzado el Darién, no basta con todos aquellos que desaparecieron o se perdieron en el camino y no basta que una mayoría del pueblo, que aún sigue en su país, aunque no tenga con qué comer.

Al régimen de Maduro sólo le importa la impunidad y mantener las relaciones internacionales con socios estratégicos poderosos que les permiten sus actuaciones por intereses geopolíticos o por consciente complicidad.

La verdad se sostiene sola, la mentira hay que sostenerla y en Venezuela, la gran mentira de Maduro es cada vez más difícil de sostener. El pueblo está haciendo su parte, la pregunta es: ¿Qué harán aquellos que miran a la distancia?

Las lágrimas y el desespero de los venezolanos cuando escucharon los presuntos resultados oficiales el domingo anterior, debe servir de motivación y el paso al frente de los líderes de la oposición ocupan de más apoyo internacional. Quizás hace falta un poco más de empatía con aquellos que sufren. Hoy más que recordar, debemos tomar conciencia de aquella lapidaria frase del Arzobispo sudafricano Desmond Hutu, compañero de lucha de Nelson Mandela quien dijo: “Si un elefante tiene su pie encima de la cola de un ratón y dices que eres neutral, el ratón no apreciará tu neutralidad. Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor»

En Venezuela hubo fraude, esa es la verdad. Pero esta vez no debe pasarse por alto… porque la verdad se respalda con actos…