Pensamientos intrusivos
Esto la gente no lo habla muy seguido, pero no es del todo raro…
Hablamos de cuando, por ejemplo, estamos cortando un queque en un cumpleaños y de repente pensamos en atacar a los invitados a la fiesta.
O cuando vamos en carretera y por un segundo o menos, nos decimos: “y si me paso al carril del sentido contrario?
Estos son ejemplos de pensamientos intrusivos, esos que aparecen en nuestra cabeza por sí solos y que nos hacen considerar, por poco tiempo, hacer algo que no parece para nada lógico o normal.
Para la mayoría los pensamientos intrusivos son momentáneos y muy rápido, pasamos la página, pero hay ciertas personas que logran resolver esto tan rápido.
Según la ciencia tener pensamientos intrusivos es normal, lo que hay que analizar con cuidado es la forma en que reaccionamos a ellos.
Existen personas que se detienen más tiempo a analizar la pertinencia de atacar con el cuchillo o de saltar al otro lado de la carretera, siguiendo los ejemplos que expusimos ahora y eso es lo que puede llegar a preocupar a los especialistas, ya que existe la posibilidad de que el mecanismo que nos dice: “no hagás eso” deje de funcionar y suceda una tragedia.
Por otra parte, el tener pensamientos intrusivos de forma constante, puede ser señal de estrés, de agotamiento físico y hasta podrían provocar convulsiones.
Para algunos deshacerse de una “idea loca” que surge de la nada se puede hacer simplemente pensando en otra cosa en especial en hechos concretos y reales, pero para otros se requiere terapia, para que el cerebro reprograme su forma de pensar, lo que puede durar hasta años.
Fuente BBC Mundo.
Los comentarios están cerrados.