¿Por qué nos deprimimos?
Las causas de la depresión son muy variadas. La más importante es depresión por enfermedad, drogas, u otros trastornos, lo cual hay que tratarlo con la medicina psiquiátrica y darle seguimiento.
Algún día en concreto es normal, estar deprimido, sin embargo cuando se está triste todo el tiempo es que hay algo más. A veces esta sensación de “estoy triste” va acompañado de vacío existencial, y en esos casos acostumbra a ser un síntoma de alguna patología, y es bueno consultar con un profesional, ya que puede causar dificultades en todos los aspectos de la vida, incluidas la vida comunitaria y en el hogar, así como en el trabajo y la escuela.
Pueden presentarse varios síntomas más, como dificultades para concentrarse, sentimiento de culpa excesiva. Baja autoestima, falta de esperanza acerca del futuro, pensamientos de muerte o suicidio. Alteraciones del sueño, cambios en el apetito o en el peso, sensación de cansancio, y falta de energía.
Sin embargo, están las otras causas puramente psicológicas. Estos son estados de ánimo temporales o permanentes. Largos o cortos. Insoportables o manejables. Mucho llanto o melancolía silenciosa. Cuesta dormir.
Nos ponemos triste porque perdemos algo: la muerte de un ser querido, perder un gran amor, un trabajo, un amigo, un sueño; cuando nos agreden, traicionan o mienten.
Confiamos tanto en nuestros seres queridos, pero puede pasar que un día nos fallen, o se vayan, -!y claro¡- -duele, duele y “re quete” duele.-
Peeeroooo, la buena noticia es que se puede salir del dolor, entendiendo que la tristeza es una emoción natural que puede ser dolorosa, pero también es una herramienta para reflexionar, crecer y conectar con los demás.
¿Qué cuesta? Sí. Cuesta y mucho, pero no imposible. Como dice un viejo dicho; «Solo el tiempo cura las heridas». Y esto es cierto. Mientras tanto, puede ayudarse hablando con alguien de confianza sobre sus sentimientos, llore, grite, golpee agua en una piscina, o una almohada. -Saque toooodoooo-
Darle un sentido diferente al hecho, escribiendo lo que siente, y por supuesto tener fe en sus propios súper poderes para sanar y salir adelante. Estos súper poderes están en tu mundo interior, tu silencio y tu escucha espiritual. Fuerza y voluntad.
La madre naturaleza nos proveyó de estos súper poderes cuando nacimos. Hay que usarlos con más frecuencia. Y mantener la certeza que el dolor pasará.
También hay que tratar de seguir haciendo cosas que solía disfrutar. Comer y dormir bien. Hacer ejercicio a menudo, aunque solo sea dar un paseo. Y sobre todo mantenerse en contacto con amigos y familia.
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