Que nadie pierda la esperanza
El fuerte enfrentamiento que tiene la educación con el narcotráfico, tiene aristas y aspectos no contemplados, pero importantes mencionar. El primer tema que hemos de defender, es apoyar la necesidad urgente de no perder esta generación de jóvenes. Ya fue suficiente con los efectos negativos de huelgas, pandemias, apagones educativos. Es necesario volver nuestra mirada a lo fundamental, ofrecer a la juventud valores y habilidades blandas y sólidas para enfrentar un futuro con esperanza en medio del ataque del narcotráfico.
Aquí, hoy ahora, no podemos perder el paso, ni la constancia en la formación de los jóvenes. Necesitamos de todos los ciudadanos, solidez, serenidad y capacidad para enfrentar los graves deterioros causados por la droga. Es la hora de reconstruir y fortalecer nuestro valores.
Los miles de docentes son parte fundamental de este esfuerzo nacional, de esta nueva formación de líderes que debemos promover en nuestra juventud, para hacer de ellos sólidos ciudadanos, que sabe defenderse de la droga,
En esta época tenemos que asegurar como país, como ciudadanos, la capacidad educativa, para enfrentar un futuro no fácil, pero es precisamente por esta razón por la cual los docentes tienen un gran potencial para ayudar a los jóvenes en esta emergencia nacional.
Otro aspecto valioso, es que el ser costarricense, sabe encontrar el entendimiento, la concertación, la capacidad de enfrentarse a las grandes dificultades con sabiduría y un sentido de esperanza.
Consideramos que estos temas de inseguridad ciudadana, deben estar presentes, en las aulas en estos días, pues Costa Rica es de todos, y tenemos que tener la valentía de no aflojar frente la agresión de la drogas. Desde cada aula, desde cada pupitre, desde cada biblioteca o sala de estudio, debemos presentar un frente a las drogas, un no a las drogas y un sí a los valores propios de la sociedad, esa que debemos defender y promover en este momento crucial para Costa Rica.
Los comentarios están cerrados.