Reingeniería en el fútbol costarricense
Después de vivir tan deslucida presentación de nuestra selección de fútbol nacional masculina en un mundial, debería imperar el buen juicio y la objetividad. Sin embargo, al escuchar las tradicionales excusas de algunos sectores y en especial, del presidente de la Fedefútbol, señor Rodolfo Villalobos, con argumentos, hasta si se quiere, salidos de tono, endosando la responsabilidad de este desastre en Qatar a terceros; es sencillo concluir que será un proceso más y que después de la vergüenza nacional de esta participación tan desteñida en Qatar, con el próximo escándalo nacional, todos olvidarán lo sucedido y se continuará en el camino de la mediocridad. ¡Institucionalizando la típica política de la Fedefútbol de Hakuna matata…”Tranquilos” aquí no ha pasado nada!
En los negocios, como en el deporte, existe una opción, y es el camino estratégico…sí, la estrategia. Esto implica que, por una vez en la historia de este deporte nacional, debería iniciarse un proceso de planeación estratégica y dejar de lado la mediocridad de la improvisación y las decisiones por impulso.
Cuántas veces ha participado Costa Rica en mundiales y cuánto dinero ha percibido la Federación Nacional de Futbol, para producir un resultado de tan poca calidad, claro, exceptuando lo sucedido en Brasil 2014, donde todavía no sabemos si hubo estrategia o fue un accidente.
Con la clasificación a Qatar, según los cálculos de expertos, la Federación percibirá alrededor de $18 millones entre el premio por clasificar, patrocinios, publicidad, merchandising y otros. Así que, si se escogiera el camino estratégico, recursos no faltan.
Por otro lado, lo que se requiere es voluntad política y esto implica, que tanto los clubes, patrocinadores y todos los sectores involucrados, se enfoquen en desarrollar un plan estratégico con objetivos específicos, indicadores de cumplimiento, responsables y fechas de ejecución.
Costa Rica, nuestro pueblo, se merece una representación decorosa y digna. No basta con que los jugadores jueguen con pasión y esfuerzo. No basta con contratar un entrenador. No basta con un centro de entrenamiento. Es hora de pensar más allá de lo básico, de lo mínimo.
Por lo anterior, por amor a esta nación y la camiseta roja y azul, considero que el presidente de la Fedefútbol, señor Rodolfo Villalobos y demás compañeros suyos, deberían considerar presentar su renuncia y permitir que un nuevo grupo de directivos asuma la responsabilidad de llevar por mejores caminos al principal deporte nacional y de brindarle al país, un plan estratégico que permita que todas las selecciones que practican este deporte, tengan ruta y norte.
Tal vez, a la postre, Costa Rica podría tener, además de una representación de garra y corazón; tener una estratégica, inteligente y decorosa para futuras competiciones internacionales.
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