Reloj del fin del mundo

El famoso reloj del Juicio Final es un reloj simbólico ideado en 1947 por la junta directiva del Boletín de Científicos Atómicos de la Universidad de Chicago, Estados Unidos.

 Cada año se hace un cálculo del tiempo que marca el reloj para llegar a la media noche, momento en que el mundo llegará a su final. Originalmente, la analogía representaba la amenaza de guerra nuclear global, pero desde hace algún tiempo incluye cambios climáticos y todo nuevo desarrollo en las ciencias y nanotecnología que pudieran infligir algún daño irreparable para la humanidad

 Lamentablemente la medición de este año no es nada positiva. Estamos a solo 89 segundos para que el reloj marque las 12, lo que implicaría el momento del fin de la humanidad.

 Esa medición nos coloca un segundo más cerca de la debacle, en comparación con el año pasado.

 Sobre esto el Boletín de los Científicos Atómicos, que es la organización a cargo de llevarle el tiempo al mundo dijo que: “»al acercar el reloj un segundo a la medianoche, enviamos una señal clara». «Dado que el mundo ya se encuentra peligrosamente cerca del precipicio, un cambio de incluso un solo segundo debe tomarse como una indicación de peligro extremo y una advertencia inequívoca de que cada segundo de retraso en invertir el rumbo aumenta la probabilidad de un desastre global».

 Para los analistas la única respuesta eficaz es que las naciones trabajen juntas, por lo que mostraron preocupación porque el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump retire a este país de los acuerdos contra el cambio climático. También se mostraron contrarios al retiro de este país del Organización Mundial de la Salud. 

 El Boletín de Científicos Atómicos advirtió que la guerra en Ucrania -que se acerca a su tercer año desde la invasión rusa- «podría convertirse en nuclear en cualquier momento. Además. El conflicto entre Israel y varios países vecinos no parece tener una solución a corto plazo y más bien podría complicarse aún más.

 El grupo de científicos también afirmó que «el pronóstico a largo plazo para los intentos del mundo de hacer frente al cambio climático sigue siendo malo, ya que la mayoría de los gobiernos no logran promulgar las iniciativas financieras y políticas necesarias para detener el calentamiento global».

 Sin lugar a duda este es un año lleno de retos para la humanidad.