¡Sepamos ser ciudadanos!
Este próximo tres de abril Costa Rica vivirá nuevamente uno de los acontecimientos más importantes en la historia nacional, cuando la ciudadanía tenga, en sus manos, el sagrado derecho al voto. ¡Sepamos ser ciudadanos!; salgamos a votar sin pasiones desmedidas, sin egoísmos, sin caprichos, sin manipulaciones ni discursos moralistas; sino de manera responsable, objetiva, razonada y críticamente. Descartemos, desde ya, justificaciones flojas como que «no me di cuenta», “no estaba seguro”, “ese no es asunto mío”, “ya voté en la primera ronda”, “ninguno de los candidatos era mi preferido” o «me agarró tarde».
Claro, siempre habrá a quienes no les importe el país y solo busquen sus propios intereses; otros, están anclados en su negación, porque a pesar de la realidad de que Costa Rica debe apostar por un futuro provechoso y no puede hacerlo solo, consideran que serían derrotados si votan a favor de un candidato que en la primera ronda no era de su preferencia. También habrá quienes estén pensando que con un nuevo gobierno no se resolverán los problemas de Costa Rica; pero no es momento de prejuzgar, como mínimo le debemos al país, a los dos candidatos y a nosotros, en justicia, el beneficio de la duda.
Por lo tanto, es importante que nos cuestionemos sobre la realidad de los hechos, ya que, aunque muy poco, todavía nos queda tiempo antes de emitir nuestro voto el domingo para hacernos preguntas, agudizar nuestra inteligencia, razonar, investigar, confrontar, llegar a nuestras propias conclusiones, pues la votación para elegir a nuestro presidente no es cuestión de juego, es un asunto serio, el cual si elegimos sin conciencia, o peor aún, no salimos a votar, nos limita toda validez de criterio y derecho a quejarnos o a criticar.
Además, es hora de empezar a diferenciar la política de la politiquería. La política está en todas partes, pues es el arte del ordenamiento ciudadano, de la disciplina social y del gobierno dentro de un proyecto mancomunado que, a todas luces, nos atañe a todos. En cambio, la politiquería es la acción de tratar la política con superficialidad y a la ligera. De ahí que de nosotros depende, más allá de quienes ejercen un cargo público, hacer de este tres de abril un asunto de fervor político o de simple politiquería al tomar a la ligera un evento tan transcendental para nuestra democracia.
Tengámoslo presente, ¡salgamos a votar! Porque el poder ejercer el derecho al voto es una inmensa acción patriótica y porque este tres de abril la libertad de elegir será una muestra representativa más de nuestra propia naturaleza democrática.
¡Digámosle presente a nuestra Patria! ¡Todos a votar en democracia!
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