Sin el aguacate y sin el dinero
Hace ya cuatro años desde que el gobierno de Costa Rica prohibió la importación de aguacate variedad “Hass”, principalmente proveniente de México, esto apelando a la Avocado Sun Blotch Viroid (mancha del sol), mediante el Servicio Fitosanitario del Estado del MAG, ya que según estas instituciones las características fitosanitarias del aguacate no eran las óptimas para su comercialización a nivel nacional.
Ante esta medida se ha desenvuelto una serie de encuentros entre los representantes de México y Costa Rica en búsqueda de una solución ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), sin embargo, esta situación no ha encontrado una salida que satisfaga ambas partes.
Este tipo de práctica tuvo un impacto importante en la oferta de aguacate en el país, ya que no llega a cubrir la totalidad de la demanda.
Esta insuficiencia de la oferta hizo que el precio promedio por kilo pasara de ¢1.860 en el 2015 a ¢3.233 en el primer trimestre del 2018, según un estudio de la Cámara de Exportadores e Importadores de Productos Perecederos.
Por otro lado, el Ministerio de Comercio Exterior ante la no solución del conflicto comercial, presupuesta de manera extraordinaria $500.000 para proporcionar la defensa de Costa Rica en el proceso de comercialización de aguacate Hass , tras la denuncia de México ante la Organización Mundial del Comercio, siendo éste un dinero malgastado por parte del Estado, ya que no posee los argumentos técnicos suficientes para salir ganador de este conflicto.
Los gobiernos del PAC se han equivocado a la hora de llevar a cabo las relaciones comerciales con algunos países, han apelado a barreras no arancelarias sin argumentaciones técnicas suficientes como para ganar una resolución de un conflicto, ante organismos internacionales.
Lo que hicieron realmente fue maquillar un impuesto a la importación y un mayor proteccionismo a la industria nacional del aguacate, como si fuera una medida sanitaria y fitosanitaria, lo cual tuvo el mismo impacto que la aplicación de un arancel, una subida desmedida en el precio del aguacate, haciendo inaccesible este producto para la mayoría de los costarricenses.
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