Todos los días podemos construir un mejor país
Muchas de las últimas noticias que vemos en el país nos dan cuenta de criminalidad, de allanamientos en operaciones contra el narcotráfico y el lavado, de robos en bancos, de accidentes, de un sector de nuestra sociedad que está estancando en la pobreza y pobreza extrema.
Podríamos seguir contando otra serie de hechos que desaniman a nuestra ciudadanía, la cual espera de más acciones de quienes ostentan el poder en favor del país. Incluso, esperamos todos una mejor articulación entre los poderes, y de que se acaben los dimes y diretes que también vemos en primera plana, entre unos y otros como si fuera una campaña política interminable.
Sin embargo, no podemos perder la esperanza. Los creyentes sabemos que la esperanza no defrauda, que Jesucristo todo lo renueva. En nuestra sociedad, históricamente con arraigados valores religiosos, no podemos ni debemos ceder a que nos quiten el espacio de la fe y la esperanza.
Todos los días podemos construir un mejor país. Entre todos podemos ayudar desde cada lugar en que nos encontramos. No podemos ceder al dinero fácil, ni dejar la ruta del esfuerzo y el trabajo honesto para alcanzar ideales que muchas veces se nos venden desde trincheras de la corrupción como si fueran las únicas para alcanzar el éxito.
Cada uno de nosotros puede aportar un granito de arena. Santa Teresa de Calcuta sabiamente decía: “a veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar del sufrimiento, pero el mar sería menos si le faltara esa gota”.
Apelo a los creyentes y personas de buena voluntad a construir cada día una mejor nación, un país solidario, una Costa Rica que vuelva a hundir sus raíces en los valores para construir un mejor presente y sembrar la semilla de un futuro más próspero.
Muchas veces las noticias negativas relucen porque los que hacen y construyen el bien se quedan callados. Es importante dar espacio a las buenas acciones; es importante que, si vemos que está pasando algo malo al lado, lo denunciemos.
Si nos aplicamos todos en nuestras familias, centros de estudio, trabajos y comunidades, a construir un mejor país, podremos revertir muchas de las situaciones negativas que estamos viviendo, pero es muy importante que cada quien asuma su propia responsabilidad, y que cumpla con honestidad y transparencia el cargo que ostenta, especialmente aquellos que buscaron un cargo de poder o autoridad.
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